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El infierno - Iglesia Católica: 1 - A menos que elijamos amar libremente a Dios, no podemos estar unidos a Él. Sin embargo, no podemos amar a Dios si pecamos gravemente contra Él, contra nuestro …Más
El infierno - Iglesia Católica:

1 - A menos que elijamos amar libremente a Dios, no podemos estar unidos a Él. Sin embargo, no podemos amar a Dios si pecamos gravemente contra Él, contra nuestro prójimo o contra nosotros mismos. La falta de amor nos mantiene en un estado de muerte espiritual. Aquellos que odian a sus hermanos son equiparados a asesinos, y se nos advierte que estaremos separados de Dios si no socorremos a los necesitados. Morir en pecado mortal sin arrepentimiento y sin acoger el amor misericordioso de Dios significa permanecer separados de Él para siempre, una elección libre y propia. Este estado de exclusión definitiva de la comunión con Dios y los bienaventurados es lo que conocemos como "infierno".

2 - Jesús habla con frecuencia de la "gehenna" y del "fuego que nunca se apaga", reservado para aquellos que hasta el final de sus vidas rechazan creer y convertirse. En este lugar, se puede perder tanto el alma como el cuerpo. Jesús anuncia con severidad que enviará a sus ángeles para recoger a todos los malhechores y arrojarlos al fuego eterno. Pronunciará la condenación diciendo: "¡Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno!".

3- La enseñanza de la Iglesia confirma la existencia del infierno y su eternidad. Las almas de aquellos que mueren en estado de pecado mortal descienden al infierno inmediatamente después de la muerte y allí sufren las penas del fuego eterno. La pena principal del infierno consiste en la separación eterna de Dios, en quien el hombre puede encontrar la vida y la felicidad para las que ha sido creado y anhela.

4- Las afirmaciones de las Escrituras y las enseñanzas de la Iglesia acerca del infierno nos llaman a ser responsables en el uso de nuestra libertad en relación con nuestro destino eterno. También constituyen un llamado urgente a la conversión. Jesús nos exhorta a entrar por la puerta estrecha, ya que la puerta ancha y el camino espacioso conducen a la perdición, mientras que la puerta estrecha y el camino angosto conducen a la vida, y pocos son los que lo encuentran.

5- Dios no predestina a nadie al infierno. Para que alguien vaya al infierno, se requiere una aversión voluntaria a Dios (un pecado mortal) y persistir en ella hasta el final. En la liturgia eucarística y en las oraciones diarias de los fieles, la Iglesia implora la misericordia de Dios, quien no quiere que nadie perezca, sino que todos lleguen a la conversión.

Análisis teológico:

El artículo sobre el infierno en "La profesión de la fe cristiana" aborda un tema difícil pero importante dentro de la teología cristiana. En primer lugar, se destaca la importancia del amor y cómo el pecado y la falta de amor nos alejan de Dios. Se nos recuerda que nuestra relación con Dios depende de nuestra libre elección de amarlo y de vivir de acuerdo con sus mandamientos.

El infierno se presenta como una realidad, basada en las enseñanzas de Jesús y la tradición de la Iglesia. Se describe como un estado de separación eterna de Dios y sufrimiento. El artículo enfatiza que la condenación al infierno no es algo predestinado por Dios, sino que es el resultado de una elección humana de rechazar a Dios y persistir en el pecado.

Se hace un llamado a la responsabilidad y a la conversión, resaltando la importancia de vivir de acuerdo con la voluntad de Dios y buscar su misericordia. Se nos insta a ser conscientes de nuestras acciones y decisiones, ya que tienen consecuencias eternas.

En resumen, este artículo aborda la realidad del infierno desde una perspectiva teológica cristiana, enfatizando la importancia de la elección humana, el amor, la conversión y la misericordia de Dios. Invita a una reflexión profunda sobre la vida eterna y la responsabilidad que tenemos en nuestro destino final.

CITAS BÍBLICAS:

Aquí te presento diez citas bíblicas en las que Jesús habla sobre el infierno, junto con los textos y una breve explicación de cada uno:

1. "No temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno." (Mateo 10:28)
En este pasaje, Jesús advierte sobre el temor a Dios, quien tiene el poder de juzgar tanto el cuerpo como el alma en el infierno.

2. "Si tu mano te es ocasión de caer, córtala; más te vale entrar en la vida manco, que ir con tus dos manos al infierno, al fuego que no se apaga." (Marcos 9:43)
Jesús utiliza una metáfora para enfatizar la importancia de evitar el pecado y las consecuencias eternas que puede tener en el infierno.

3. "Y si tu pie te es ocasión de caer, córtalo; más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con tus dos pies al infierno." (Marcos 9:45)
En este versículo, Jesús continúa su enseñanza sobre la importancia de evitar el pecado y las consecuencias que puede tener en el infierno.

4. "Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo; más te vale entrar con un solo ojo en el reino de Dios, que ser echado con tus dos ojos al infierno." (Marcos 9:47)
Jesús utiliza una metáfora para enfatizar la importancia de la pureza y la evitación del pecado para evitar el castigo eterno en el infierno.

5. "En verdad os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: "Necio", será culpable ante el concilio; y cualquiera que diga: "¡Fatuo!", será digno del infierno de fuego." (Mateo 5:22)
Jesús advierte sobre el peligro del enojo y las palabras insultantes, y menciona el infierno de fuego como una consecuencia posible.

6. "Y si tu ojo te es ocasión de caer, arráncalo; más te vale entrar con un solo ojo en el reino de Dios, que ser echado con dos ojos al infierno." (Mateo 18:9)
Jesús utiliza una metáfora similar a la mencionada anteriormente para enfatizar la importancia de la pureza y evitar las acciones que puedan llevar al infierno.

7. "Si tu mano te es ocasión de caer, córtala; más te vale entrar en la vida manco, que ir con tus dos manos al infierno, al fuego que no se apaga." (Marcos 9:43)
En este versículo, Jesús nuevamente utiliza una metáfora para enfatizar la importancia de evitar el pecado y las consecuencias eternas que puede tener en el infierno.

8. "El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rechaza al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él." (Juan 3:36)
Jesús enseña que aquellos que rechazan a Jesús y no creen en Él enfrentarán la ira de Dios, lo cual puede entenderse como una referencia al castigo eterno en el infierno.

9. "Entonces el rey dirá a los de su derecha: 'Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.' [...] Entonces dirá también a los de la izquierda: 'Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.'" (Mateo 25:34, 41)
En esta parábola de Jesús sobre el juicio final, se menciona el fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles, lo cual se asocia con el castigo en el infierno.

10. "Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá jamás perdón, sino que será culpable de pecado eterno." (Marcos 3:29)
Jesús advierte sobre la gravedad del pecado de blasfemar contra el Espíritu Santo y menciona el pecado eterno, lo cual se puede entender como una referencia al castigo en el infierno.

Estas citas bíblicas muestran que Jesús habló sobre el infierno como un lugar de castigo eterno para aquellos que rechazan a Dios, persisten en el pecado y no se arrepienten. Jesús utiliza metáforas y advertencias para enfatizar la importancia de evitar el pecado y buscar la salvación en Él.