"Demasiado felices son los siervos de esta bondadosísima Madre, pues no sólo en este mundo son socorridos por ella, sino que también en el Purgatorio son asistidos y consolados por su protección. Pues siendo allí más necesario el socorro, porque están atormentados y no pueden valerse por sí mismos, tanto más se esfuerza esta Madre de misericordia por ayudarlos. En aquella cárcel de unas almas que son esposas de Jesucristo, María tiene cierto dominio y plenitud de poder para aliviarlas, así como librarlas de sus dolores”.
San Alfonso María de Ligorio