Crónicas de un impío - Primera parte

Miles Christi - 15/08/2015

« Que nadie se equivoque : de Dios nadie se burla » (Gal. 6, 7)

Estos últimos tiempos han sido prolíficos de acontecimientos en el Vaticano. Tan abundantes han sido que resulta imposible dar cuenta de todos, incluso limitándonos a repasar los más relevantes. Es por eso que dirigiremos la mirada a un número muy restringido, pero suficientemente elocuentes de la línea subversiva adoptada por Francisco desde su llegada a la Casa Santa Marta. Comenzaremos por su gira sudamericana : 24 000 km y 22 discursos durante 8 días en el mes de julio.

El grito de los revolucionarios, eco del « grito de Jesús » en la Ultima Cena

Durante su homilía[1] en Quito, Ecuador, Francisco trazó un extraño paralelo entre la última Cena y la independencia de los países americanos respecto a España:

"Me imagino ese susurro de Jesús en la última Cena como un grito en esta misa que celebramos en el Parque Bicentenario. Imaginémoslos juntos. El Bicentenario de aquel Grito de Independencia de Hispanoamérica. Ése fue un grito, nacido de la conciencia de la falta de libertades, de estar siendo exprimidos, saqueados, ‘‘sometidos a conveniencias circunstanciales de los poderosos de turno’’. Quisiera que hoy los dos gritos concorden bajo el hermoso desafío de la evangelización. […] Y la evangelización puede ser vehículo de unidad de aspiraciones, sensibilidades, ilusiones y hasta de ciertas utopías. Claro que sí."

Poner las santas palabras de Nuestro Señor con ocasión de la institución de la Eucaristía y del sacerdocio de la Nueva Alianza junto a los gritos de revuelta de los amotinados sudamericanos contra la corona española, inspirados por los ideales revolucionarios de 1789, no puede ser calificado sino de blasfematorio, ya que es poner a Cristo al servicio de la Revolución, es colocar la redención del pecado y la salvación eterna al nivel de una falsa emancipación política de inspiración masónica y anticristiana.

La víspera, durante su homilía en Guayaquil[2], Francisco había evocado el Sínodo de la familia que tendrá lugar en octubre próximo, preparando los ánimos a lo que allí debería producirse : la integración sacramental de los adúlteros y de los sodomitas:

"Poco antes de comenzar el Año Jubilar de la Misericordia, la Iglesia celebrará el Sínodo Ordinario dedicado a las familias, para madurar un verdadero discernimiento espiritual y encontrar soluciones y ayudas concretas a las muchas dificultades e importantes desafíos que la familia hoy debe afrontar. Los invito a intensificar su oración por esta intención, para que aun aquello que nos parezca impuro, como el agua de las tinajas, nos escandalice o nos espante, Dios -haciéndolo pasar por su ‘‘hora’’- lo pueda transformar en milagro. La familia hoy necesita de este milagro. […] Tened paciencia, tened esperanza, haced como María, rezad, actuad, abrid el corazón, porque el mejor de los vinos va a venir. Dios siempre se acerca a las periferias de los que se han quedado sin vino, los que sólo tienen para beber desalientos; Jesús siente debilidad por derrochar el mejor de los vinos con aquellos a los que por una u otra razón, ya sienten que se les han roto todas las tinajas."

Se percibe claramente la blasfemia que consiste en invocar a Nuestro Señor para legitimar su proyecto sacrílego, llevando la insolencia al punto de dar como ejemplo en vistas a obtener su abominable « milagro » la actitud confiante que tuvo la SantísimaVirgen María en Caná, cuando a instancia suya Jesús realizó su primer milagro, iniciando así su vida pública.

La Biblia al servicio de la revolución de los « pueblos originarios »

Françisco pronunció luego un discurso[3] a los muy marxistas Movimientos Populares, en Bolivia, dirigiéndoles un mensaje notoriamente revolucionario, apelando a los « derechos sagrados del pueblo », a las preocupaciones ecológicas y a la instauración de un gobierno mundial capacitado para operar el tan anhelado cambio de « estructuras » :

"Dios permite que hoy nos veamos otra vez. La Biblia nos recuerda que Dios escucha el clamor de su pueblo y quisiera yo también volver a unir mi voz a la de ustedes: las famosas “tres T”: tierra, techo y trabajo, para todos nuestros hermanos y hermanas. Lo dije y lo repito: son derechos sagrados. Vale la pena, vale la pena luchar por ellos. Que el clamor de los excluidos se escuche en América Latina y en toda la tierra. […] Si esto es así, insisto, digámoslo sin miedo: queremos un cambio, un cambio real, un cambio de estructuras. Este sistema ya no se aguanta, no lo aguantan los campesinos, no lo aguantan los trabajadores, no lo aguantan las comunidades, no lo aguantan los pueblos… Y tampoco lo aguanta la Tierra, la hermana Madre Tierra, como decía san Francisco. Queremos un cambio en nuestras vidas, en nuestros barrios, en el pago chico, en nuestra realidad más cercana; también un cambio que toque al mundo entero porque hoy la interdependencia planetaria requiere respuestas globales a los problemas locales. La globalización de la esperanza, que nace de los Pueblos y crece entre los pobres, debe sustituir a esta globalización de la exclusión y de la indiferencia."

Sus palabras son dignas de un orador trotskista pronunciando una arenga en un mitín destinado a preparar la insurrección civil:

"¿Qué puedo hacer yo, cartonero, catadora, pepenador, recicladora frente a tantos problemas si apenas gano para comer? ¿Qué puedo hacer yo artesano, vendedor ambulante, transportista, trabajador excluido, si ni siquiera tengo derechos laborales? ¿Qué puedo hacer yo, campesina, indígena, pescador, que apenas puedo resistir el avasallamiento de las grandes corporaciones? ¿Qué puedo hacer yo desde mi villa, mi chabola, mi población, mi rancherío, cuando soy diariamente discriminado y marginado? ¿Qué puede hacer ese estudiante, ese joven, ese militante, ese misionero que patea las barriadas y los parajes con el corazón lleno de sueños pero casi sin ninguna solución para sus problemas? Pueden hacer mucho. Pueden hacer mucho. Ustedes, los más humildes, los explotados, los pobres y excluidos, pueden y hacen mucho. Me atrevo a decirles que el futuro de la humanidad está, en gran medida, en sus manos, en su capacidad de organizarse y promover alternativas creativas, en la búsqueda cotidiana de las “tres T”. ¿De acuerdo? Trabajo, techo y tierra. Y también, en su participación protagónica en los grandes procesos de cambio, cambios nacionales, cambios regionales y cambios mundiales. ¡No se achiquen!"

Tras haber explicado que el futuro de la humanidad está manos de los trabajadores, algo que Marx y Engels no pondrían en entredicho, Francisco buscó involucrar a la Iglesia en el proceso revolucionario, y como de costumbre, destacó la figura de María como arquetipo y ejemplo a seguir por el pueblo en camino hacia la emancipación, « muchacha humilde de las periferias », signo de esperanza para los pueblos que « sufren dolores de parto » a la espera del Gran Día en el que reinará la « justicia ». Cuesta dar crédito a lo que uno lee, sin embargo éstas fueron las palabras del « Santo Padre » :

"[…] nunca pierdan el arraigo a lo cercano, porque el padre de la mentira sabe usurpar palabras nobles, promover modas intelectuales y adoptar poses ideológicas, pero, si ustedes construyen sobre bases sólidas, sobre las necesidades reales y la experiencia viva de sus hermanos, de los campesinos e indígenas, de los trabajadores excluidos y las familias marginadas, seguramente no se van a equivocar. La Iglesia no puede ni debe estar ajena a este proceso en el anuncio del Evangelio. Muchos sacerdotes y agentes pastorales cumplen una enorme tarea acompañando y promoviendo a los excluidos de todo el mundo, junto a cooperativas, impulsando emprendimientos, construyendo viviendas, trabajando abnegadamente en los campos de salud, el deporte y la educación. Estoy convencido que la colaboración respetuosa con los movimientos populares puede potenciar estos esfuerzos y fortalecer los procesos de cambio. Y tengamos siempre en el corazón a la Virgen María, una humilde muchacha de un pequeño pueblo perdido en la periferia de un gran imperio, una madre sin techo que supo transformar una cueva de animales en la casa de Jesús con unos pañales y una montaña de ternura. María es signo de esperanza para los pueblos que sufren dolores de parto hasta que brote la justicia."

Francisco nos explicó luego que los pueblos escriben la historia y que el objetivo de la historia de la humanidad es puramente mundano, « vivir bien », instaurando una economía que satisfaga las necesidades de todos y que sea respetuosa de la naturaleza…

"[…] no es tan fácil definir el contenido del cambio –podría decirse–, el programa social que refleje este proyecto de fraternidad y justicia que esperamos; no es fácil de definirlo. En ese sentido, no esperen de este Papa una receta. Ni el Papa ni la Iglesia tienen el monopolio de la interpretación de la realidad social ni la propuesta de soluciones a problemas contemporáneos. Me atrevería a decir que no existe una receta. La historia la construyen las generaciones que se suceden en el marco de pueblos que marchan buscando su propio camino y respetando los valores que Dios puso en el corazón. […] una economía donde el ser humano, en armonía con la naturaleza, estructura todo el sistema de producción y distribución para que las capacidades y las necesidades de cada uno encuentren un cauce adecuado en el ser social. Ustedes, y también otros pueblos, resumen este anhelo de una manera simple y bella: “vivir bien” […]. Esta economía no es sólo deseable y necesaria sino también es posible."

Respeto de las « tradiciones religiosas » y de los « derechos humanos », alusión a los peligros del « colonialismo » y beneficios de la « cultura del encuentro » no podían ser soslayadas en ese discurso « pontifical » con visos de manifiesto revolucionario:

"Los pueblos del mundo quieren ser artífices de su propio destino. Quieren transitar en paz su marcha hacia la justicia. No quieren tutelajes ni injerencias donde el más fuerte subordina al más débil. Quieren que su cultura, su idioma, sus procesos sociales y tradiciones religiosas sean respetados. Ningún poder fáctico o constituido tiene derecho a privar a los países pobres del pleno ejercicio de su soberanía y, cuando lo hacen, vemos nuevas formas de colonialismo que afectan seriamente las posibilidades de paz y de justicia, porque ‘‘la paz se funda no sólo en el respeto de los derechos del hombre, sino también en los derechos de los pueblos particularmente el derecho a la independencia’’ […] Digamos “no”, entonces, a las viejas y nuevas formas de colonialismo. Digamos “sí” al encuentro entre pueblos y culturas. Felices los que trabajan por la paz."

La Iglesia y España difamadas : Francisco hace suya la Leyenda Negra

Vino luego un vergonzoso y lamentable gesto de « arrepentimiento » pronunciado en nombre de « la Iglesia », actitud típicamente conciliar y utilizada hasta el hartazgo, por los « muchos y graves pecados » cometidos contra los « pueblos originarios », llegando a pedir de un modo blasfematorio que la Iglesia se ponga de rodillas y pida perdón por « sus ofensas » y por aquellas cometidas por España durante la conquista : de este modo Francisco hizo suya la leyenda negra fabricada de cabo a rabo por los enemigos jurados de la Iglesia y de la España católica, los protestantes, los « filósofos » y los masones…

"Y aquí quiero detenerme en un tema importante. Porque alguno podrá decir, con derecho, que, cuando el Papa habla del colonialismo se olvida de ciertas acciones de la Iglesia. Les digo, con pesar: se han cometido muchos y graves pecados contra los pueblos originarios de América en nombre de Dios. Lo han reconocido mis antecesores, lo ha dicho el Celam, el Consejo Episcopal Latinoamericano, y también quiero decirlo. Al igual que san Juan Pablo II, pido que la Iglesia ‘‘se postre ante Dios e implore perdón por los pecados pasados y presentes de sus hijos’’. Y quiero decirles, quiero ser muy claro, como lo fue san Juan Pablo II: pido humildemente perdón, no sólo por las ofensas de la propia Iglesia sino por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista de América."

Luego nos enteraríamos de cual es actualmente la tarea más urgente para Francisco. Uno podría haber imaginado que hablaría del combate indispensable contra el aborto, la pornografía o el « matrimonio » homosexual, entre tantísimas otras abominaciones consideradas como « derechos » en la muy decadente sociedad contemporánea : en vez de eso, el « Soberano Pontífice » nos explicó que la prioridad de nuestro tiempo radica en luchar por la « Madre Tierra », asegurándonos que descuidar la defensa de nuestra « casa común » constituiría un « grave pecado »…

"Y la tercera tarea, tal vez la más importante que debemos asumir hoy, es defender a la Madre Tierra. La casa común de todos nosotros está siendo saqueada, devastada, vejada impunemente. La cobardía en su defensa es un pecado grave. Vemos con decepción creciente cómo se suceden una tras otras las cumbres internacionales sin ningún resultado importante. Existe un claro, definitivo e impostergable imperativo ético de actuar que no se está cumpliendo. No se puede permitir que ciertos intereses –que son globales pero no universales– se impongan, sometan a los Estados y organismos internacionales, y continúen destruyendo la creación. Los pueblos y sus movimientos están llamados a clamar a movilizarse, a exigir –pacífica pero tenazmente– la adopción urgente de medidas apropiadas. Yo les pido, en nombre de Dios, que defiendan a la Madre Tierra."

Niega los milagros de Jesús y los pone al servicio de la ideología igualitaria

Francisco siguió utilizando el Evangelio en beneficio de la revolución en la homilía[4] que dió en Santa Cruz de la Sierra, refiriéndose al milagro de la multiplicación de los panes. Según él, Jesús lo habría hecho con la finalidad de « no excluir a nadie », y es precisamente en eso en que el milagro habría consistido: la « lógica del descarte » cedió ante la « lógica de comunión ».

En definitiva: Francisco no sólo defiende la recepción sacrílega de la Eucaristía para quienes actualmente están excluídos (adúlteros, concubinos, sodomitas, etc.) sino que, además, niega el caracter milagroso de la multiplicación, trocada en un gesto de solidaridad, en una mera toma de conciencia comunitaria y antidiscriminatoria…

"Es una invitación que resuena con fuerza para nosotros hoy: “No es necesario excluir a nadie. No es necesario que nadie se vaya, basta de descartes, denles ustedes de comer”. Jesús nos lo sigue diciendo en esta plaza. Sí, basta de descartes, denles ustedes de comer. La mirada de Jesús no acepta una lógica, una mirada que siempre “corta el hilo” por el más débil, por el más necesitado. Tomando “la posta” Él mismo nos da el ejemplo, nos muestra el camino. Una actitud en tres palabras, toma un poco de pan y unos peces, los bendice, los parte y entrega para que los discípulos lo compartan con los demás. Y éste es el camino del milagro. Ciertamente no es magia o idolatría. Jesús, por medio de estas tres acciones, logra transformar una lógica del descarte en una lógica de comunión, en una lógica de comunidad."

Conviene hacer notar que el cuestionamiento de los milagros de Jesús se ha vuelto un hábito en Francisco, verdaderamente odioso y execrable, quien no vacila en calificarlos de « magia », los cuales, según la extraña lógica bergogliana, conducirían a la « idolatría » de Jesús:

"Jesús se fía totalmente del Padre celestial, sabe que para Él todo es posible. Por ello dice a los discípulos que hagan sentar a la gente en grupos de cincuenta -esto no es casual, porque significa que ya no son una multitud, sino que se convierten en comunidad, nutrida por el pan de Dios. Luego toma los panes y los peces, eleva los ojos al cielo, pronuncia la bendición -es clara la referencia a la Eucaristía-, los parte y comienza a darlos a los discípulos, y los discípulos los distribuyen... los panes y los peces no se acaban, ¡no se acaban! He aquí el milagro: más que una multiplicación es un compartir, animado por la fe y la oración. Comieron todos y sobró: es el signo de Jesús, pan de Dios para la humanidad[5]."

"Respecto a los panes y los peces quisiera agregar un matiz: no se multiplicaron, no, no es verdad. Simplemente los panes no se acabaron. Como no se acabó la harina y el aceite de la viuda. No se acabaron. Cuando uno dice multiplicar puede confundirse y creer que hace magia, no. No, no, simplemente es tal la grandeza de Dios y del amor que puso en nuestros corazones, que, si queremos, lo que tenemos no se acaba. Mucha confianza en esto[6]."

"Jesús razona según la lógica de Dios, que es la de compartir. Cuántas veces nosotros miramos hacia otra parte para no ver a los hermanos necesitados. Y este mirar hacia otra parte es un modo educado de decir, con guante blanco, ‘‘arreglaos solos’’. Y esto no es de Jesús: esto es egoísmo. Si hubiese despedido a la multitud, muchas personas hubiesen quedado sin comer. En cambio, esos pocos panes y peces, compartidos y bendecidos por Dios, fueron suficientes para todos. ¡Y atención! No es magia, es un ‘‘signo’’: un signo que invita a tener fe en Dios, Padre providente, quien no hace faltar ‘‘nuestro pan de cada día’’, si nosotros sabemos compartirlo como hermanos[7]."


La negación del caracter milagroso de la multiplicación de los panes, que Francisco designa con el calificativo blasfematorio de « magia », lleva implícita la negación de la divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, la cual sería para él un acto de « idolatría »…

Francisco acepta los crucifijos marxistas del comunista Evo Morales…

Francisco recibió de manos del president boliviano Evo Morales un crucifijo en forma de hoz y martillo, al igual que la condecoración Padre Luis Espinal, insignia honorífica ofrecida por el Congreso boliviano, sobre la cual también figura el crucifijo blasfematorio concebido por el jesuita partidario de la revolución marxista, a cuya tumba Francisco acudió para rendirle homenaje como a un mártir, para recordarlo como a « un hermano nuestro, víctima de intereses que no querían que se luchara por la libertad de Bolivia. El P. Espinal predicó el Evangelio y ese Evangelio molestó y por eso lo eliminaron. […] Que el Señor tenga en su gloria al P. Luis Espinal que predicó el Evangelio, ese Evangelio que nos trae la libertad, que nos hace libres[8]

Sobre el crucifijo comunista de Espinal, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Padre Lombardi, afirmó que el autor había querido « representar el diálogo con quienes luchan por la justicia de una manera que sobrepasa las fronteras de la iglesia[9]. »

Francisco recibiendo el crucifijo marxista de manos del presidente boliviano Evo Morales

Francisco dijo que el regalo no le había chocado y explicó que Espinal « era un entusiasta de este análisis marxista de la realidad, y también de la teología, usando el marxismo. De ahí surgió esta obra. También las poesías de Espinal son de ese género protesta: era su vida, era su pensamiento, era un hombre especial, con tanta genialidad humana, y que luchaba de buena fe. Haciendo una hermenéutica del género, entiendo esta obra. Para mí no ha sido una ofensa[10]

Es decir que Francisco no sólo justificó la toma de posición ideológica de Espinal, así como su obra sacrílega, calificada de « arte contestatario », una « crítica del cristianismo que hizo alianza con el imperialismo », en vez de designarla con su verdadero nombre de « arte blasfematorio », sino que además la elogió, afirmando que el « teólogo de la liberación » y « mártir » de la revolución comunista Espinal luchaba « de buena fe », que « predicaba el Evangelio » y que su escultura es una expresión de « genialidad humana ».

¡y los ofrece a la Virgen de Copacabana!

Pero desgraciadamente el asunto no habría de terminar allí. Francisco visitó luego el santuario de Nuestra Señora de Copacabana, la Santa Patrona de Bolivia, para ofrecerle las distinciones recibidas del presidente Morales. He aquí la alocución que dirigió con motivo de la ofrenda qui hizo a María de las dos condecoraciones, incluída la medalla ornada con el famoso crucifijo comunista del Padre Espinal:

"El Señor Presidente de la Nación en un gesto de calidez ha tenido la delicadeza de ofrecerme dos condecoraciones en nombre del pueblo boliviano. Agradezco el cariño del pueblo boliviano y agradezco esta fineza, esta delicadeza del Señor Presidente y quisiera dejar estas dos condecoraciones a la Patrona de Bolivia, a la Madre de esta noble Nación para que Ella se acuerde siempre de su pueblo y también desde Bolivia, desde su Santuario, donde quisiera que estuvieran […] Recibe como obsequio del corazón de Bolivia y de mi afecto filial los símbolos del cariño y de la cercanía que -en nombre del Pueblo boliviano- me ha entregado con afecto cordial y generoso el Señor Presidente Evo Morales Ayma, en ocasión de este Viaje Apostólico, que he confiado a tu solicita intercesión. Te ruego que estos reconocimientos, que dejo aquí en Bolivia a tus pies, y que recuerdan la nobleza del vuelo del Condor en los cielos de los Andes y el conmemorado sacrificio del Padre Luis Espinal, S.I., sean emblemas del amor perenne y de la perseverante gratitud del Pueblo boliviano a tu solicita y fuerte ternura[11]."

Recapitulemos: Francisco aceptó un obsequio y una distinción en los que el Santo Cuerpo de Jesús era profanado de un modo sacrílego y blasfematorio, agradeció al comunista Evo Morales que se los había entregado, justificó el « arte contestatario » del jesuita apóstata Espinal, « artista » del cual efectuó un encendido elogio, calificándolo de « mártir del Evangelio ». Por último, como frutilla del postre, decidió obsequiar la abominable medalla a la Madre de Cristo como un emblema del « amor que le tiene el pueblo boliviano ». En lo que atañe al crucifijo marxista, del cual dijo que no lo había escandalizado en absoluto, Francisco explicó a los periodistas que se lo quedaría, llevándoselo consigo a Roma.

María según Francisco : una rebelde a causa del sufrimiento

Cuando uno podría haber pensado que ya era más que suficiente en materia de impiedad para un solo viaje, Francisco agravaría todavía más sus afrentas, ensañándose diabólicamente con la Santísima Virgen María. En efecto, visiblemente insatisfecho de haberla ultrajado atrozmente al hacerle entrega, en guisa de pérfida ofrenda, de su Divino Hijo crucificado de nuevo por un religioso apóstata sobre la hoz y el martillo comunistas, Francisco aprovechó una nueva visita a un santuario marial sudamericano, esta vez el de Nuestra Señora de Caacupé, en Paraguay, para hacer gala una vez más de sus dotes blasfematorias contra María, lugar trillado del pseudo magisterio bergogliano.

En efecto, ésta es, como mínimo, la tercera vez que Francisco se regodea difamando a la Madre de Dios desde que se instaló en el Vaticano. He aquí sus dichos:

"Siguiendo la profecía de Simeón nos hará bien repasar brevemente tres momentos difíciles en la vida de María. 1. El nacimiento de Jesús. «No había un lugar para ellos» (Lc 2,7). No tenían una casa, una habitación para recibir a su hijo. No había espacio para que pudiera dar a luz. Tampoco familia cercana: estaban solos. El único lugar disponible era una cueva de animales. Y en su memoria seguramente resonaban las palabras del Ángel: ‘‘Alégrate María, el Señor está contigo’’. Y Ella podría haberse preguntado: ‘‘¿Dónde está ahora?’’. 2. La huida a Egipto. Tuvieron que irse, exiliarse. Ahí no solo no tenían un espacio, ni familia, sino que incluso sus vidas corrían peligro. Tuvieron que marcharse a tierra extranjera. Fueron migrantes perseguidos por la codicia y la avaricia del emperador. Y ahí ella también podría haberse preguntado: ‘‘¿Y dónde está lo que me dijo el Ángel?’’. 3. La muerte en la cruz. No debe existir una situación más difícil para una madre que acompañar la muerte de su hijo. Son momentos desgarradores. Ahí vemos a María, al pie de la cruz, como toda madre, firme, sin abandonar, acompañando a su Hijo hasta el extremo de la muerte y muerte de cruz. Y allí también podría haberse preguntado: ‘‘¿Dónde está lo que me dijo el Ángel?’’[12]."

Francisco dio a entender que, ante el sufrimiento de ver a su Hijo en la Cruz, la Virgen habría dudado de la promesa que Dios le había hecho en la Anunciación a través del Angel Gabriel. Es entonces cuando ella habría pecado contra la fe y, al no consentir libremente el sacrificio de Jesús, no habría participado en su obra redentora. Peor aún, habría blasfemado, acusando a Dios de haberla engañado:

"Ella estaba silenciosa, pero en su corazón, ¡cuántas cosas le decía al Señor! ¡Tú, aquel día, me dijiste que sería grande ; me dijiste que le darías el trono de David, su padre, que reinaría para siempre y ahora lo veo aquí! ¡La Virgen era humana! Y tal vez tenía ganas de decir: ¡Mentiras! ¡Me han engañado![13]"

De acuerdo con Francisco, esta actitud de María se debería al hecho de que no hay respuesta al sufrimiento, lo que habría provocado su revuelta al pie de la Cruz:

"Tantas veces pienso en la Virgen, cuando le han dado el cuerpo muerto de su Hijo, todo herido, escupido, ensangrentado, sucio. ¿Y qué hizo la Madre? ‘‘¿Llévatelo?’’. No, lo abrazó, lo acarició. Tampoco la Virgen comprendía. Porque, en aquel momento, se acordaría de lo que el Ángel le había dicho: Será Rey, será grande, será profeta, y dentro de sí, con aquel cuerpo -tan herido, que había sufrido tanto antes de morir- en sus brazos, por dentro seguramente tendría ganas de decir al Ángel: ‘‘¡Mentiroso! Me has engañado’’.[14]"

Esta idea no es solamente falsa, contraria a la revelación divina, sino también lisa y llanamente blasfematoria, ya que es de fe que María consintió el sacrificio redentor de su Hijo, nuevo Adán, desde el instante de la Anunciación. Ella no ignoraba los sufrimientos que su consentimiento libre y lúcido a la obra redentora de Jesús le acarrearía, los que le habían sido anunciados cuando la presentación del niño Jesús en el Templo:

Simeón los bendijo y dijo a su madre María: He aquí que este Niño ha sido puesto para caída y elevación de muchos en Israel; será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón, a fin de que sean revelados los pensamientos de muchos corazones. (Lc. 2, 34-35)

Francisco desarrolló esa idea, completamente extranjera al cristianismo, en ese mismo discurso:

"Hay también una pregunta cuya explicación no se aprende en la catequesis. Es la pregunta que tantas veces me he hecho, y tantos de ustedes, tanta gente se la hace: ‘‘¿Por qué sufren los niños?’’. Y no hay explicación. (…) No sé qué cosa más decir, de verdad, porque estas cosas me impresionan tanto. Tampoco yo tengo respuesta. ‘‘Pero es el Papa, ¡debe saberlo todo!’’. No, no hay respuesta para estas cosas (…)."

Francisco a los niños : no hay respuesta para el sufrimiento

Verdadero leitmotiv de la « enseñanza » bergogliana, he aquí otros ejemplos, esta vez dirigiéndose a niños que lo interrogan acerca del sufrimiento:

"Esta pregunta es una de las más difíciles de responder. ¡No hay respuesta! Hubo un gran escritor ruso, Dostoyevski, que había planteado la misma pregunta: ¿por qué sufren los niños? Sólo se puede elevar los ojos al cielo y esperar respuestas que no se encuentran. No hay respuesta para esto, Rafael[15]."

"La mujer es capaz de hacer preguntas que los hombres no terminamos de entender. Presten ustedes atención. Ella hoy ha hecho la única pregunta que no tiene respuesta. […] La gran pregunta: ¿Por qué sufren los niños?[16]

Ella fue la única que hizo la pregunta que no se puede responder : “¿Por qué sufren los niños?”[17]".


Decir a niños que no hay respuesta para su sufrimiento, que el mal es absurdo y gratuito, equivale a decirles que Dios es cómplice de su dolor puesto que, a pesar de su omnipotencia, no hace nada para impedirlo. El mensaje es cristalino : se hace a Dios responsable de su dolor ya que El rehúsa socorrerlos. En definitiva, Dios sería indiferente al sufrimiento humano, lo que lo vuelve odioso, cruel y malvado. Las palabras de Francisco son la negación tácita de la amorosa obra redentora de Nuestro Señor, así como de la misión por El atribuida a la Iglesia, su Cuerpo Místico, de perpetuar su obra salvadora a la espera de su segunda venida.

Ese mensaje, para colmo viniendo de quien supuestamente es el Vicario de Jesucristo en la tierra, es sencillamente inconcebible. Criminal. Y, para decirlo sin rodeos, lisa y llanamente diabólico…

Jesús, a ejemplo de María, se rebeló y blasfemó contra su Padre

Francisco ha hecho de la blasfemia una especialidad de su « magisterio », al punto de insinuar que, como María, Jesús también se habría rebelado contra Dios durante su Pasión, y que entonces El habría blasfemado contra su Padre:

"Jesús, cuando se lamenta -‘‘Padre, ¡por qué me has abandonado!’’ - ¿blasfema? El misterio es éste. Tantas veces yo he escuchado a personas que están viviendo situaciones difíciles, dolorosas, que han perdido tanto o se sienten solas y abandonadas y vienen a lamentarse y hacen estas preguntas: ¿Por qué? ¿Por qué? Se rebelan contra Dios. Y yo digo: ‘‘Sigue rezando así, porque también ésta es una oración’’. Era una oración cuando Jesús dijo a su Padre: ‘‘¡Por qué me has abandonado!’’[18]".

De acuerdo a Francisco, entonces, Jesús y María se rebelaron contra Dios. Y, abrumados por el sufrimiento, blasfemaron. No obstante, se trató de una auténtica plegaria de su parte, naturalmente. A punto tal que alienta a la gente que sufre a que siga el ejemplo de Jesús y de María, rebelándose ellos también contra Dios, blasfemando ellos también contra Dios, ese ser cruel y malvado a quien resulta indiferente el dolor humano, gratuito e incomprensible…

Así, ateniéndonos a la versión bergogliana de la Pasión, en el preciso momento en el cual nuestro Divino Salvador realizaba la Redención del género humano a través del sacrificio voluntario de su vida sobre el altar de la Cruz, habría blasfemado contra su Padre, rebelándose contra su designio salvífico. Al mismo tiempo, al pie de la Cruz, Nuestra Señora, en lugar de asociarse lúcida y libremente al sacrificio redentor de su divino Hijo, también habría blasfemado contra la voluntad de Dios, considerádose engañada por la promesa que le había hecho el Angel, al cual ella habría tachado de « mentiroso » :

El será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin. (Lc. 1, 32-33)

De esta manera, el momento central de la historia de la Salvación se transforma, en el inaudito relato bergogliano, en una acción de rebeldía contra Dios. Por lo tanto, el nuevo Adán y la nueva Eva no se distinguirían fundamentalmente de nuestros primeros padres, quienes obraron bajo el influjo del Demonio en el Paraíso cuando cometieron la falta original. La Redención no habría pues diferido substancialmente de la Caída, puesto que la revuelta contra la voluntad divina habría sido el común denominador, y, por consiguiente, Satán se encontraría en el orígen de ambas.

Semejante insinuación, impía y sencillamente demencial, salida de la boca del supuesto Soberano Pontífice, es algo que produce escalofríos y que, a decir verdad, resulta lisa y llanamente aterrador…

[1] www.vatican.va/…/papa-francesco_…
[2] www.vatican.va/…/papa-francesco_…
[3] www.vatican.va/…/papa-francesco_…
[4] www.vatican.va/…/papa-francesco_…
[5] www.vatican.va/…/papa-francesco_…
[6] http://es.radiovaticana.va/storico/2013/05/16/hoy_d%C3%ADa_est%C3%A1_en_peligro_el_hombre%2C_la_persona_humana%2C_la_carne_d/spa-692879
[7] www.vatican.va/…/papa-francesco_…
[8] www.vatican.va/…/papa-francesco_…
[9] http://www.zenit.org/fr/articles/bolivie-la-croix-sculptee-dans-un-marteau-sur-une-faucille-explications
[10] www.vatican.va/…/papa-francesco_…
[11] www.vatican.va/…/papa-francesco_…
[12] www.vatican.va/…/papa-francesco_…
[13] http://www.news.va/es/news/el-silencio-dejo-crecer-el-misterio-en-la-esperanz
[14] ecosdeespiritualidadsalesiana.blogspot.com/…/papa-francisco-…
[15] www.vatican.va/…/papa-francesco_…
[16] www.vatican.va/…/papa-francesco_…
[17] www.vatican.va/…/papa-francesco_…
[18] http://www.news.va/es/news/evitar-lamentos-teatrales-y-rezar-por-quien-sufre
kalebrio
salve francisco bergoglio.
apostolesdemaria
El guiñol de turno.
bear
El circo de bergoglio
Bottega
Miles - Christi
Buenos días. ¿podrían por favor publicar las siguientes entradas, que publiqué en mi cuenta hace varios días? De no ser así, les agradecería que tuvieran la delicadeza de responder y de darme una explicación. Desde ya, muchas gracias por su comprensión. Un cordial saludo en Cristo y María.
Crónicas de un impío - Primera parte
Cronaca di un empio - Prima parte
Chroniques d’un impie - Première …Más
Buenos días. ¿podrían por favor publicar las siguientes entradas, que publiqué en mi cuenta hace varios días? De no ser así, les agradecería que tuvieran la delicadeza de responder y de darme una explicación. Desde ya, muchas gracias por su comprensión. Un cordial saludo en Cristo y María.
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Chroniques d’un impie - Première partie
A Chronicle of Impiety - Part One
Miles - Christi
Buenos días. Les agradecería que pusieran en la página de inicio este artículo que publiqué en mi cuenta el día 24 de abril:
Crónicas de un impío - Primera parte
Sinceramente, no me parece normal que cada vez que publico algo tenga que escribirles pidiéndoles que publiquen mis entradas. Un cordial saludo en Cristo y María.
Miles - Christi
Versión actualizada de Debate sobre la crisis eclesial
Un comentario más de Miles - Christi
Miles - Christi
Para mayor información sobre el pontificado de Francisco, se pueden consultar los libros Tres años con Francisco: la impostura bergogliana y Cuatro años con Francisco: la medida está colmada, publicados por Éditions Saint-Remi, en cuatro idiomas (castellano, inglés, francés e italiano): saint-remi.fr/fr/35-livres - www.amazon.fr/Boutique-Kindle-Miles-Christi/s