Virgen consagrada difamada por los oligarcas devuelve el fuego

“Si hubiera sido un varón, un sacerdote, junto al arzobispo Aupetit, ¿habría habido el mismo tratamiento mediático? ¿Se puede reducir a la mujer en la Iglesia a objeto de sospecha, fantasía, celos o servilismo?”.

Laetitia Calmeyn dijo esto el 12 de diciembre en la página web La-Croix.com, después de que la página web activista ParisMatch.com con imaginación sucia inventara un “affaire” entre ella y el arzobispo.

Ella califica el robo de imágenes y su edición para crear sospechas como “terrible” y subraya que se reunió con Aupetit en lugares muy públicos: “¿Dónde está el escándalo?”. Su respuesta: “En el mal proyectado sobre una amistad”.

Calmeyn se da cuenta de que tiene un deber de justicia: “Mis abogados están explorando todas las vías legales posibles. Habrá una denuncia penal”, porque “tenemos que evitar que esto vuelva a suceder”.

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