Argentina Troglodita: Niños y Adolescentes como Ratas de Laboratorio. Para José Arturo Quarracino
Poco a poco, a partir de marzo del año pasado se ha puesto de manifiesto que la “pandemia” desatada en el mundo a comienzos de 2020 no fue ni natural ni casual, tanto en sus antecedentes, como en su origen y en su desarrollo.
Ya hay numerosos datos confirmados que demuestran que esta “pandemia covídica” fue planeada hace un poco más de una década, que el virus covídico es una creación artificial, no un producto de la naturaleza, que el Poder político mundial condujo el proceso “sanitario” a través del control financiero que ejerce sobre la OMS, que las grandes empresas farmacéuticas “salvadoras” con las vacunas son propiedad de los fondos de inversión globales angloamericanos y que el objetivo del suministro de miles de millones de dispositivos génicos experimentales -mal llamados “vacunas”- no es curar, sino provocar un reordenamiento del sistema social y político global que someta a los pueblos a un permanente control y vigilancia por los “amos del universo”.
1) Antecedentes
a) Llamativamente, en mayo de 2009 la Organización Mundial de la Salud cambió la definición de pandemia, que hasta ese momento se caracterizaba como “infección por un agente infeccioso, simultánea en diferentes países, con una mortalidad significativa en relación a la proporción de población infectada”. Desde ese momento mantuvo el carácter de expansión en varios países, pero eliminó de la definición la característica de mortalidad significativa.
Un mes después, esa modificación conceptual le permitió a la OMS definir como “pandemia” a la aparición de la gripe porcina o influenza A, lo que llevó a a todos los países del mundo a gastar miles de millones para comprar vacunas de las grandes empresas farmacéuticas para toda la población. Pero en diciembre de ese año la declaración de la “pandemia” resultó infundada. Ahora bien, gracias a la denuncia inicial, los fabricantes de vacunas ganaron miles de millones de dólares[1].
Según la definición previa a 2019, la actual “pandemia” no hubiera podido ser declarada como tal, ya que no se habría dado la característica de la “mortalidad significativa”, pues al 1/11/2021 -después de un año y ocho meses- el total de infectados en el mundo alcanzó la cifra de casi 248 millones (3,5% de la población mundial), de los cuales fallecieron cinco millones veinte mil personas (0,069% de la población mundial).
b) Más llamativamente aún, en mayo de 2010 la Fundación Rockefeller presentó un documento titulado Escenarios para el futuro de la tecnología y el desarrollo sostenible[2]. Es un ejercicio de planificación de un escenario pandémico, que anticipa un mundo bajo un control más estricto del gobierno de arriba hacia abajo y con más liderazgo autoritario, con la innovación limitada y cada vez en mayor retroceso de los ciudadanos. Con la implementación del confinamiento masivo de la población mundial, el uso de barbijos, el rastreo de contactos, el distanciamiento social, la vacunación masiva, el uso de nuevas tecnologías como los pasaportes digitales biométricos en la sociedad, etc.
c) En abril de 2015, en una conferencia pronunciada en Canadá, Bill Gates predijo la pandemia del coronavirus, 5 años de que se produjera y con los detalles precisos. Anticipó que los conflictos bélicos iban a pasar a un segundo plano, para dar paso a las guerras biológicas, no bélicas (“No misiles, sino microbios”), que la próxima guerra viral iba a ser “muy infecciosa” y afectaría a más de 10 millones de personas, que los sistemas de salud existentes no estaban preparados para atender las futuras epidemias (“no hay sistema”), que los transmisores del virus “no se iban a sentir mal” e iban a “viajar sin problemas”, que la expansión iba a ser “muy rápida”, que había que instaurar un “sistema mundial de salud”, etc[3]. Un iluminado total, aunque el hombre no es vidente ni lee el futuro, más bien estuvo recitando un proyecto.
2) Autoridad sanitaria mundial gobernando el planeta… con “vacunas” experimentales
A poco más de 20 días de haber decretado la OMS que el mundo estaba en pandemia (11 de marzo de 2020), el sempiterno Henry Kissinger escribió un breve pero sustancioso artículo – “La pandemia del coronavirus alterará para siempre el Orden Mundial”- que fue publicado el 4 de abril de 2020 en el The Wall Street Journal[4].
Según HK, de ahora en adelante habrá “pandemias constantes y permanentes” [¿cómo lo sabe?], que son las que “ponen en peligro la paz y estabilidad mundial”, razón por la cual ningún gobierno en particular podrá resolver por sí mismo el problema, sino que será necesario que haya una autoridad sanitaria mundial con una visión y un programa globalmente cooperativos para afrontar la crisis. Para ello propone “desarrollar nuevas técnicas y tecnologías para controlar la infección y proporcionar vacunas para grandes poblaciones”.
En esta última frase, el poderoso operador político del poder mundial está abriendo las puertas al uso de nuevas tecnologías experimentales, sin garantía de su eficacia, porque él mismo reconoce que “una vacuna exitosa podría tardar entre 12 y 18 meses” en ser producida.
Lo que no dice Mr. Henry es que ya en enero de 2020, cuatro meses antes de que se publicara su artículo, ya había laboratorios y farmacéuticas trabajando en “nuevas tecnologías para proporcionar vacunas”: las posteriormente famosas terapias génicas experimentales, mal llamadas “vacunas”, porque no inmunizan, como explicó detalladamente el médico estadounidense Steven Hotze en un informe -por escrito y en vídeo- titulado “The So-Called COVID-19 “Vaccine” Is Really A Dangerous Experimental Gene Therapy” [La llamada “Vacuna” Covid-19 es realmente una peligrosa terapia génica experimental][5], que hemos completado con otros datos en un artículo de nuestra autoría[6].
3) Sometimiento argentino a los dictados de la OMS y de las imposiciones de las Grandes Farmacéuticas internacionales
Una clara demostración de la sumisión política del “gobierno” argentino de Alberto y Cristina Fernández a los dictados de esa autoridad sanitaria mundial propuesta por Henry Kissinger fue el Decreto de Necesidad y Urgencia 260/2020, promulgado en marzo del año pasado, que en su artículo 1º determinó la incorporación del coronavirus covid-19 como “problema de emergencia pública en materia sanitaria en virtud de la Pandemia declarada por la ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD (OMS) […]”[7].
Pero además de esa sumisión del poder ejecutivo, el poder legislativo nacional sumó otra actitud cobarde de sometimiento a las disposiciones impuestas por las empresas fabricantes de las supuestas “vacunas” anti-covid, sumisión reconocida en la ley 27573/2020, la cual otorgó al gobierno argentino la facultad de renunciar a la defensa de la inmunidad soberana en casos de litigios con los contratos que se habrían de firmar con las multinacionales fabricantes de las “vacunas” contra el Covid-19 (art. 2); de disponer cláusulas de indemnidad patrimonial respecto de indemnizaciones y otras reclamaciones pecuniarias relacionadas con y en favor de quienes participen en la investigación, desarrollo, fabricación, provisión y suministro de las “vacunas” (art. 4); de incluir cláusulas o acuerdos de confidencialidad acordes al mercado internacional de las vacunas (ibidem); de crear un Fondo de Reparación COVID-19, para pagar indemnizaciones a las personas humanas que hayan padecido un daño en la salud física, como consecuencia directa de la aplicación de la Vacuna destinada a generar inmunidad adquirida contra la COVID-19 (art. 8 bis). En este caso, si hay que pagar indemnizaciones, las paga el Estado, no la empresa fabricante. Pero como reconoció uno de los principales impulsores de esa ley, el diputado nacional Pablo Yadlin, esas disposiciones -de indemnidad patrimonial, de renuncia a la defensa de la soberanía, de confidencialidad y de indemnización por parte del Estado- se adoptaron por presión e imposición de las farmacéuticas fabricantes: “esto no es lo óptimo, pero son los requisitos que la industria farmacéutica impone”[8].
Tenemos aquí una clara muestra de colonialismo sanitario de matriz globalista-privada, en el que nuestro país fue puesto de rodillas por quienes se suponen deberían ser los garantes de su independencia soberana. Siguiendo la pauta ya señalada por Henry Kissinger en su artículo de The Wall Street Journal, de abril de 2020[9]. Sin la cobertura de ningún pacto o tratado internacional que obligara al país a ese sometimiento. Así lo dispusieron de facto los poderosos, así obedecieron los vasallos serviles.
4) Niños y adolescentes sometidos al experimento siniestro
Como una muestra más del cipayismo y servilismo que ya caracteriza al oficialismo gobernante, el “presidente” Alberto Fernández promulgó el 3 de julio de este año un Decreto de Necesidad y Urgencia, el 431/2021, en el que incluyó a niños, niñas y adolescentes para su “protección”[10].
Pero dos meses y medio después, la Organización Panamericana de la Salud afirmaba que “los adolescentes que no tienen una comorbilidad de alto riesgo no deben ser incluidos en el plan nacional de vacunación en este momento” y que “la vacunación con la vacuna COVID-19 no es un requisito previo para los niños o adolescentes que regresan a la escuela”. Y para que no quedaran dudas, sostenía que “A la fecha [19 de setiembre de 2021], la OMS todavía no ha aprobado ninguna vacuna para niños menores de 12 años”[11]. Postura ésta última que mantuvo el director general de la OMS, el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, en un breve encuentro que tuvo con el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
Pese a ello, tanto el gobierno nacional como el gobierno de la ciudad de Buenos Aires han decidido en el mes de octubre vacunar masivamente a niños desde los 3 años con la vacuna china de Sinopharm, incluso mintiendo sobre su autorización para la aplicación en menores de 3 a 11 años en China, cosa que es absolutamente falsa. En nuestro artículo Argentina troglodita II: Menores de 11 años como Ratas de Laboratorio dimos detalles de la barbarie disfrazada de “científica” llevada a cabo por las autoridades sanitarias argentinas respecto a esta pretensión de inocular irresponsablemente a niños de 3 años en adelante, sin el mínimo respaldo científico que lo justifique[12].
4) TODAS LAS VACUNAS, al ser todavía EXPERIMENTALES, presentan enormes riesgos de trastornos graves y muerte, sobre todo en NIÑOS Y JÓVENES
Lo paradójico de esta decisión de vacunación masiva de niños y adolescentes es que el mismo Ministerio de Salud de la Nación publicó el último informe el 21 de setiembre de este año[13] sobre todas las “vacunas”, reconociendo que:
a) todas tienen como contraindicación para su uso que el receptor padezca de “hipersensibilidad a cualquier componente” [¡los cuáles no se conocen!]
b) en la mayoría de ellas, además está contraindicado que haya “antecedente de reacciones alérgicas graves o anafilaxia; enfermedades agudas graves o exacerbación de enfermedades crónicas”; “complicaciones graves posvacunación (shock anafiláctico, reacciones alérgicas generalizadas y graves, síndrome convulsivo, fiebre superior a 40° C, etc.)” después de haberse aplicado la primera dosis;
c) todas requieren que los receptores estén prevenidos en cuanto a la posibilidad de padecer “enfermedad febril aguda grave; trombocitopenia y trastornos de la coagulación”; en el caso de la vacuna Sinopharm, su inyecta puede llegar a presentar cuadros de “epilepsia no controlada u otro trastorno neurológico progresivo”.
Lo grave es que se trata de “vacunas experimentales”, tal como lo reconoció el mismo gobernador de la Provincia de Buenos Aires, el licenciado Axel Kicillof, en una entrevista televisiva, tratando de justificar por qué el gobierno nacional se había sometido dócilmente a las exigencias de las farmacéuticas y las había legalizado, eximiéndolas de toda responsabilidad sanitaria y penal[14]. Con lo cual, el gobernador bonaerense reconoce abiertamente que aunque no tenga garantía definitiva del uso de esos dispositivos génicos, porque son experimentales, está dispuesto a utilizar a toda la población infantil de la provincia de Buenos Aires como rata de laboratorio.
La única garantía que tiene es un dogma: “los laboratorios son buenos”. Dogma que se extiende al ejercicio de la obediencia debida en temas sanitarios –“están autorizadas para ser utilizadas por las autoridades”.
En definitiva, es clarísimo que el gobierno argentino y sus acólitos gubernamentales, incluidos los de la supuesta “oposición” política, decidieron someterse a los dictados de un proyecto diseñado por los dueños del Poder Mundial -la plutocracia financiera angloamericana globalista- e impulsado por la Organización Mundial de la Salud, para controlar mediante el terrorismo sanitario a todas las naciones del mundo e impulsar el Gran Reseteo que les permita llevar a cabo la Cuarta Revolución Industrial, anunciada en enero de 2016 por Klaus Schwab, miembro de la Casa Rothschild y alma mater del Foro Económico Mundial.
Sometimiento que exige pagar un precio: la salud y la vida de la población argentina, en especial de sus hijos, tal como están mostrando las muertes súbitas e inexplicables que se están denunciando cotidianamente en las redes sociales, porque los grandes medios de comunicación las silencian y ocultan.
José Arturo Quarracino
4 de noviembre de 2021
[1] En su momento, los doctores Dr. Germán Velazques (director de la OMS) y Wolfgang Wodarg (director de la Comisión de Salud de la Unión Europea) denunciaron que el beneficio comercial influyó mucho en la decisión de la OMS en 2009. Ver europa.is/…o-baja-los-criterios-de-la-definicion-de-pandemia/
[2] En google.com/viewer?a=v&pid=sites&srcid=ZGVmYXVsdGRvbWFpbnx5dW9.
[3] Se puede ver el vídeo en: youtube.com/watch?v=6Af6b_wyiwI. Es muy significativo que haya dicho que los “microbios” iban a reemplazar a las “armas” como instrumentos de guerra, con lo cual dio a entender que virus que se preveía llegar no era algo natural, sino algo fabricado como arma no bélica, no un fenómeno natural.
[4] En voltairenet.org/article209639.html (en inglés).
[5] En hotzehwc.com/…2/dr-hotze-on-the-dangers-of-the-covid-19-vaccine/. El vídeo se encuentra en bitchute.com/video/vwD9hDNsRkAX/
[6] Ver nuestro informe publicado en marcotosatti.com/…anti-covid-no-es-vacuna-fraude-mundial-y-nacional/
[7] En argentina.gob.ar/normativa/nacional/decreto-260-2020-335423/texto
[8] Cf. en lanacion.com.ar/…sancion-ley-otorga-proteccion-juridica-nid2472982/
[9] Ver nota 4.
[10] Cf. argentina.gob.ar/normativa/nacional/decreto-431-2021-351663/texto
[11] Cf. https:// paho.org/…omendaciones-ante-vacunacion-contra-covid-19-ninos
[12] Cf. ARGENTINA TROGLODITA II: Menores de 11 años como Ratas de Laboratorio
[13] En argentina.gob.ar/coronavirus/vacuna/cuales: AstraZeneca, Cominarty, Convidecia, Covishield, Moderna, Sinopharm, Sputnik V. Justamente la aplicada a los niños mayores de 3 años en adelante -Sinopharm- es la que más contraindicaciones y riesgos presenta.
[14] Entrevista con el periodista Samuel “Chiche” Gelblung el 9 de setiembre de 2021, en Axel Kicillof con Chiche (desde minuto 11 al minuto 11.40, y después sobre exigencias de Pfizer que no vio, minuto 16: los laboratorios son buenos).
Axel Kicillof con Chiche
