MENSAJE DEL SEÑOR A PEPE CAYETANO
Santuario del Inmaculado Corazón de María, 17 de Noviembre de 1983
Señor:– Mi pequeño José, cuanto amor hay en tu corazón, pero también cuanta tristeza en tu alma, porque tienes miedo a la persecución de los hombres.
Toma Mi Palabra, torna Mi Amor en silencio y marcha por esos mundos de Mi Padre y practica el AMOR, la Sabiduría, la Inteligencia, para el AMOR y no, para la destrucción del mundo.
Toma la CRUZ con todas tus amarguras y tus tristezas, con todos los dolores que te causan los problemas de este mundo. Toma la Caridad que pongo en tu corazón para con tus hermanos.
Huye, José, huye, date prisa que la Cólera de Mi Padre está al caer y no quiero que te afecte... huye deprisa, marcha...
Pepe: Señor, pero qué cabeza me pones, que no sé, ni Te entiendo nada, Señor, no veo, déjame que vaya "detrás tuya"
Señor:– En tus lagrimas beberás, tras Mis Pasos irás y el AMOR de Mi Corazón caminará con gran fortaleza en este mundo, que es de Mi Padre.
Pepe: Señor, tengo miedo al mundo.
Señor, Padre mío, Santo y Eterno, apriétame en Tus Brazos. Llévame conTigo, no quiero vivir... no quiero estar ya más en la tierra, por favor.
Señor, si yo no sé nada, ¿porqué Te tienes que valer de mí, si nada soy?... ¡bueno!
Señor:... confundirás a los sabios... y quiero que seas todo para Mí como Yo lo soy todo para ti.
Pepe: Señor, déjame que sea un simple criado tuyo... uno que Te ame, que Te lave Tus Pies y Tus Manos.
No quiero nada, Señor, nada de este mundo.
Sólo quiero servirte y amarTe.
Tú mandas Señor, en tu esclavo, Padre mío.
(El vidente besa el suelo del Santuario en que tiene lugar la Aparición y continúa):
Beso la tierra por Amor a Ti, Padre mío, porque vivir en élla es la Cruz que me das, Padre mío.
Moriste en la Cruz y la Cruz es todo mi deseo, Señor.
¿Porqué soy tan desgraciado, Señor?
Señor:– Mañana, partirás a visitar a un Ministro mío y le dirigirás las palabras que Yo pondré en tu boca.
Pepe: ¿Adónde, mi Señor?
Señor:– A Utrera... tendrás contradicciones, pero quiero que seas humilde como un manso cordero.
No repliques en nada.
No le contestes a sus palabras... solamente humildad y amor.
Pronunciarás solamente lo que Yo te diga y luego, después, besaras sus manos y partirás para tu Casa.
Pepe: Señor ¿dónde está ese Ministro, adonde tengo que ir?... porque yo no lo sé si Tu no me lo dices, Señor
Señor:– Una vez en Utrera, tus pasos los dirigiré Yo, no serás tú.
Pepe: ¿puedo llevar a alguien conmigo que me acompañe...? porque tengo miedo, siento flaquear mi cuerpo, Señor.
(Un momento de silencio, continua el vidente):
Si, mi Señor... ¿pero, cuándo se cumplirá Tu Palabra de llevarme contigo?... Tengo ansias de estar contigo, aunque luego me mandes donde quieras... pero... sácame de este mundo.
(Palabras dirigidas para el sacerdote que se halla al lado del vidente en aquel momento):
Señor: El pastor que a tu izquierda está, dará grandes testimonios de Mi Madre, enseñará a sus hermanos, como Yo enseñé en el Monte la Palabra del Padre... enseñará, aunque Mi Palabra será MUY DISCUTIDA POR AQUELLOS DOCTORES DE LA IGLESIA.
(Dirigiéndose al vidente, continúa el Señor):
Tu quedarás hasta que la GLORIA DE MI MADRE MARIA, SEA REALZADA EN ESTOS LUGARES DONDE ELLA HA PUESTO SUS PLANTAS.
Pepe: Esa no es Tu Palabra, Señor... Tu me dijiste que me llevarais pronto conTigo... yo ya lo he hecho todo en la tierra.
Señor: DOS COSAS QUEDAN POR CUMPLIR: LA MUERTE DEL QUE CONDUCE LA BARCA... Y... EL SECUESTRO DEL PRINCIPE... HIJO DE JUAN CARLOS.
ENTONCES EL MUNDO SE DARA CUENTA DE QUE EN EL PALMAR DE TROYA, MI MADRE MARIA Y YO... HEMOS PUESTO LAS PLANTAS PARA QUE TODAS LAS ALMAS SEAN CONDUCIDAS AL REDIL DEL PADRE.
(Siguen unas palabras ininteligibles del vidente como entrecortadas por la emoción y concluye el éxtasis):
DEL MENSAJE DE PEPE CAYETANO, HABIDO LUGAR ANTE LA CRUZ BLANCA el 10 de diciembre de 1983.
Habla el SEÑOR:... LA SILLA DE PEDRO, MUY PRONTO SERA OCUPADA POR EL FALSO PROFETA.
LA MASONERIA ESTA OCUPANDO LA MAYOR PARTE DEL VATICANO.
EL QUE CONDUCE LA BARCA ESTA TRISTE PORQUE NO TIENE MAS REMEDIO QUE OBEDECER A OTROS, SIENDO ÉL... QUIEN TIENE QUE TOMAR LAS DECISIONES DE OTROS
Pepe: ¿Porqué, Señor?
Señor: PORQUE SI NO LO HACE, LA SILLA DE PEDRO SERÁ VACIA.
Pepe: Si, Mi Señor.