05:44
novaetvetera

Ten compasión de mí, oh Dios,
Ten compasión de mí, oh Dios, por tu misericordia, por tu inmensa ternura borra mi iniquidad.
Lávame más y más de mi delito y purifícame de mi pecado.
Reconozco mi iniquidad, tengo siempre delante mi pecado.
Contra ti, contra ti solo pequé y he hecho lo que tú no puedes ver. Por eso tu sentencia es justa y eres recto en el juicio.
Ya nací en la culpa, y en el pecado me concibió mi madre.
Tú quieres la verdad en el centro del alma y en el centro del corazón me enseñas la sabiduría.
Purifícame con el hisopo, y quedaré puro; lávame, y quedaré más blanco que la nieve.
Hazme sentir gozo y alegría, y que dancen los huesos que rompiste.
Aparta tu rostro de mis faltas, cancela mis pecados.
Oh Dios, crea en mí un corazón puro, implanta en mis entrañas un espíritu nuevo;
no me rechaces lejos de tu rostro, no retires de mí tu santo espíritu;
dame la alegría de tu salvación y que el espíritu generoso me mantenga firme.
Enseñaré tus caminos a los descarriados, los pecadores volverán a ti.
Líbrame de delitos de sangre, Señor, salvador mío, y mi lengua exaltará tu justicia.
Señor, abre mis labios, y mi boca anunciará tu alabanza.
Tú no quieres ofrendas ni holocaustos; si te los ofreciera, no los aceptarías.
El sacrificio que Dios quiere es un espíritu contrito, un corazón contrito y humillado, tú, oh Dios, no lo desprecias.
Sé propicio a Sión en tu benevolencia, reconstruye las murallas de Jerusalén.
Entonces aceptarás los sacrificios justos -holocaustos y ofrendas perfectas-, entonces se ofrecerán novillos en tu altar. (Ps 51)
Allegri - Miserere mei - King's College, Cambridge
Fuente: www.youtube.com/watch

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