Anathema sit Bergoglio - Conclusión

Habiendo hecho esta constatación acerca de la presente situación eclesial, se vuelve indispensable adoptar ante ella una mirada sobrenatural, comprender estos acontecimientos dramáticos a la luz de la revelación divina. Salta a la vista que la crisis conciliar no reviste la misma naturaleza que aquellas que la Iglesia haya podido conocer en tiempos pasados y que presenta una inequívoca dimensión escatológica, puesto que el « misterio de iniquidad » ya se encuentra instalado en el « lugar santo ».

Debo repetirlo, es menester no perder de vista que este trance sin igual en la vida de la Iglesia no es únicamente ni principalmente el fruto de las iniquidades de Francisco, si bien es innegable que desde su llegada los acontecimientos se han acelerado de manera vertiginosa. No, esta crisis no es más que la culminación de un largo combate, de una lucha a muerte librada contra la Iglesia por Satanás y sus secuaces en la tierra, con el propósito de infiltrarla, ocupar sus instituciones, modificar su culto y su doctrina, vaciándola de su substancia, y haciendo emerger en su lugar una parodia monstruosa de la Iglesia, la cual, en última instancia, terminará enseñando su verdadero rostro, el de una contra-iglesia satánica consagrada enteramente al servicio del Anticristo.

Aquellos a los cuales mi diagnóstico se les antojaría excesivo, permítanme invocar a León XIII y su Súplica a San Miguel Arcángel, contenida en el Exorcismo contra Satanás y los otros ángeles apóstatas, publicada en 1890, cuya naturaleza manifiestamente profética se ajusta perfectamente a la situación actual:

« Los más taimados enemigos han llenado de amargura a la Iglesia, esposa del Cordero Inmaculado, le han dado a beber ajenjo, han puesto sus manos impías sobre todo lo que para Ella es más querido. Donde fueron establecidas la Sede de San Pedro y la Cátedra de la Verdad como luz para las naciones, ellos han erigido el trono de la abominación de la impiedad, de suerte que, golpeado el Pastor, pueda dispersarse la grey. ¡Oh, invencible adalid, ayuda al pueblo de Dios contra la perversidad de los espíritus que lo atacan y dale la victoria! [1] »

Esta plegaria nos ayuda a comprender lo que sucedió tras la elección de Juan XXIII y la convocatoria del CVII, asamblea subversiva dirigida por el partido modernista infiltrado en la Iglesia desde fines del siglo XIX y encargado de ponerla a tono con el « mundo moderno ». San Pío X lo explicó de maravilla en su admirable encíclica Pascendi del año 1907 acerca de los errores modernistas.

El trono de San Pedro, la cátedra de la Verdad, el lugar santo por excelencia de la Nueva Alianza, se halla ocupado por hombres ganados a la causa de la secta liberal, modernista y progresista, los cuales, desde que se hicieran con el poder en la Iglesia durante el CVII, no han cejado en su diabólico empeño en trastornarlo todo, en desfigurarlo todo, en envilecerlo todo, destruyendo el patrimonio bimilenario de la Iglesia, haciendo tabla rasa de la tradición, del dogma, de la moral y de la liturgia católicas.

Esta lectura de la crisis se ve reforzada por las palabras de San Pablo a los tesalonicenses, explicándoles que el Anticristo habrá de sentarse en el templo de Dios, en clara alusión a la sede petrina[2], y precisando que, para que eso pueda verificarse, es menester que antes sea quitado el « obstáculo » que lo retiene, el famoso katejon, el que impide provisoriamente su manifestación pública y personal. Este obstáculo no puede ser otro que el poder espiritual romano, es decir, el papado legítimo, fundamento sobre el cual Jesucristo instituyó su Iglesia.

No bien la infalibilidad pontifical fue neutralizada por la llegada de los impostores modernistas a la Sede de Pedro, un maremoto devastador, acarreando consigo la quintaesencia de los errores modernos, sumergió a la Iglesia, asolando todo a su paso, y así, con la cátedra infalible de la Verdad quitada de en medio transitoriamente, la condición requerida para que el advenimiento del Hombre de Pecado sea viable se encuentra realizada.

Éste es el texto clave de San Pablo que nos permite comprender mejor la situación actual, la cual, a mi entender, corresponde a la última crisis de la historia de la Iglesia, y que es, por consiguiente, de naturaleza terminal y apocalíptica, aquella durante la cual el mysterium iniquitatis alcanzará su paroxismo, y que Nuestro Señor, retomando la expresión utilizada por el profeta Daniel, denomina « la abominación de la desolación en el lugar santo » (Mt. 24, 15):

« Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se exalta contra todo lo que se llama Dios o es adorado; tanto que como Dios se sienta en el templo de Dios, haciéndose pasar por Dios. ¿No os acordáis que cuando estaba todavía con vosotros, os decía esto? Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, para que sea revelado en su tiempo. Porque el misterio de iniquidad ya opera; sólo espera hasta que sea quitado de en medio el que ahora lo detiene.» (2 Tes. 2, 3-7)

Desearía transcribir un texto sumamente esclarecedor para nuestro tiempos, tomado del motu proprio Sacrorum Antistitum, promulgado por San Pío X el primero de septiembre de 1910, en el cual se encuentra el juramento antimodernista, que todos los clérigos debían prestar antes de recibir las órdenes mayores e igualmente para poder acceder a una cátedra de enseñanza o a un oficio eclesiástico.

Este juramento fue suprimido por Pablo VI en 1967[3], ya que era manifiestamente incompatible con el aggiornamento emprendido por Juan XXIII y su Concilium Malignantium II (Ps. 21, 17)[4], cuya inspiración tiene sus raíces en el movimiento modernista condenado por San Pío X en su encíclica Pascendi y en el decreto del Santo Oficio Lamentabili.

Veamos seguidamente un extracto de ese motu proprio antimodernista:

« Hemos creído conveniente prescribir y recordar todo esto, mandando que se observe religiosamente; Nos vemos movidos a ello por la gravedad del mal que aumenta día a día, y al que hay que salir al paso con toda energía. Ya no tenemos que vernos, como en un primer momento, con adversarios disfrazados de ovejas, sino con enemigos abiertos y descarados, dentro mismo de casa, que, puestos de acuerdo con los principales adversarios de la Iglesia, tienen el propósito de destruir la fe. Se trata de hombres cuya arrogancia frente a la sabiduría del cielo se renueva todos los días, y se adjudican el derecho de rectificarla, como si se estuviese corrompiendo; quieren renovarla, como si la vejez la hubiese consumido; darle nuevo impulso y adaptarla a los gustos del mundo, al progreso, a los caprichos, como si se opusiese no a la ligereza de unos pocos sino al bien de la sociedad[5]. »

Este triunfo efímero de las potencias del mal en la tierra y dentro de la Iglesia, esta victoria universal, momentánea e ignominiosa, de Satanás en las personas del Anticristo y del Falso Profeta, será seguida por la de Nuestro Señor Jesucristo y de su Iglesia, tal y como lo anunció el profeta Daniel:

« Y el reino y el imperio y la grandeza de los reinos bajo los cielos todos serán dados al pueblo de los santos del Altísimo. Reino eterno es su reino, y todos los imperios le servirán y le obedecerán. » (Dn. 7, 27)

Cornelius a Lapide, el gran exégeta jesuita, comenta ese pasaje profético del siguiente modo:

« Digo que es cierto que vendrá este reinado de Cristo y de los santos, y que no será solamente espiritual como el que ha tenido siempre en la tierra, cuando sufrieron persecuciones y el martirio, sino será corporal y glorioso, pues reinarán gloriosamente con Cristo para siempre. Sin embargo, Cristo y los santos comenzarán este reino en la tierra, tras la muerte del Anticristo. Entonces, destruido su reino, la Iglesia reinará en todo el orbe y habrá un solo rebaño y un solo pastor constituido por judíos y gentiles, ya que no dice ‘‘arriba’’ sino ‘‘bajo el cielo’’, es decir toda la tierra, todo el espacio que se halla bajo el cielo. Luego, un poco después, este reino será confirmado y glorificado por toda la eternidad[6]. » (Cornelius a Lapide, Commentaria In Danielem Prophetam 7, 27)

Para concluir, y a los efectos de alimentar nuestra esperanza y de no desalentarnos durante la prolongada y penosa espera de ese día glorioso entre todos, reproduzco a continuación dos textos, tomados de una encíclica de Pío XI y del libro del Apocalipsis, que nos lo dejan vislumbrar y nos lo hacen desear con un amor renovado:

« Cuando, al término del año jubilar, instituimos la fiesta de Cristo Rey y su solemne celebración en todo el orbe cristiano, no sólo declaramos el sumo imperio de Jesucristo sobre todas las cosas, sobre la sociedad civil y la doméstica y sobre cada uno de los hombres, mas también presentimos el júbilo de aquel faustísimo día en que el mundo entero, espontáneamente y de buen grado, aceptará la dominación suavísima de Cristo Rey. »(Pío XI, Miserentissimus Redemptor[7], 1928)

« Y salió del trono una voz que decía: ‘‘Alaben a nuestro Dios, todos sus servidores, todos los que honran a Dios, pequeños y grandes.’’ Y oí el ruido de una multitud inmensa, como el ruido del estruendo de las olas, como el fragor de fuertes truenos. Y decían: ‘‘¡Aleluya! Porque ha establecido su reino el Señor, nuestro Dios Todopoderoso. Alegrémonos, regocijémonos, démosle honor y gloria, porque han llegado las bodas del Cordero. Su esposa se ha engalanado, la han vestido de lino fino, deslumbrante de blancura, porque el lino fino son las buenas acciones de los santos’’. Después el ángel me dijo: ‘‘Escribe: Felices los que han sido invitados al banquete de las bodas del Cordero’’. » (Apoc. 19, 5-9)

[1] Extracto de la Súplica a San Miguel Arcángel, contenida en el Exorcismo contra Satanás y los otros ángeles apóstatas, publicado en las AAS de 1890, p. 743: www.vatican.va/…/ASS-23-1890-91-… y en el Ritual Romano de 1903, p. 227:
saintmichelarchange.free.fr/exoleon.htm materinmaculata.wordpress.com/…/exorcismo-compl…
[2] Sin perjuicio de que el Apóstol también pueda estar aludiendo a un tercer Templo de Jerusalén, reconstruido por el Anticristo mismo, y en el cual los judíos lo reconocerán como al « mesías » que siguen aguardando y en el cual él exigirá que se le rinda el homenaje que corresponde solamente a Dios.
[3] www.vatican.va/…/rc_con_cfaith_d…
[4] « Me rodea una manada de novillos, me acorralan toros de Basán; abren sus fauces contra mí como leones rapaces y rugientes. Soy como agua que se derrama y todos mis huesos están dislocados; mi corazón se ha vuelto como cera y se derrite en mi interior; mi garganta está seca como una teja y la lengua se me pega al paladar. Me rodea una jauría de perros, me asalta una banda de malhechores; taladran mis manos y mis pies y me hunden en el polvo de la muerte. Puedo contar todos mis huesos » (Ps. XXI, 14-18).
Este pasaje de la Escritura se aplica en primer lugar a la Pasión de Nuestro Señor, es decir, a su cuerpo físico. Pero se aplica igualmente, en un sentido espiritual, a la Pasión de la Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo. El concilium malignantium -en la Vulgata-, « la asamblea de los malvados », se refiere, primeramente, al Sanhedrín que condenó a muerte a Nuestro Señor y, en segundo lugar, al CVII -XXI concilio ecuménico- que decretó la crucifixión de la Iglesia, la cual vive actualmente su pasión. Ella debe seguir los pasos de su Esposo en la Pasión, para luego seguirlo también en la Resurrección y en la Gloria.
En efecto, del mismo modo que el cuerpo físico de Cristo murió y resucitó, su cuerpo místico conocerá una muerte mística y luego resucitará, con ocasión de la Parusía del Señor. No puedo evitar ver una concordancia numérica muy sugestiva, la del XXI: la pasión de la Iglesia es anunciada por el salmo 21, fue iniciada por el 21er concilio ecuménico y todo parece indicar que será consumada durante el siglo 21…
Agradezco al Señor Jean Vaquié por haberme brindado esta pista exegética tan importante para los tiempos en que vivimos:
www.a-c-r-f.com/documents/VAQUIE-Concile_…
[5]www.statveritas.com.ar/…/Sacrorum Antist… « Neque enim iam res est, quemadmodum ab initio, cum disputatoribus prodeuntibus in vestimentis ovium, sed cum apertis infensisque inimicis, iisque domesticis, qui facto foedere cum Ecclesiae capitalibus hostibus, propositam habent fidei eversionem. Sunt hi nempe, quorum audacia adversus deductam caelo sapientiam quotidie consurgit, cuius corrigendae sibi ius arrogant, quasi esset corrupta; renovandae, quasi esset senio confecta; augendae aptandaeque saeculi placitis, progressionibus, commodis, quasi eadem, non levitati paucorum, sed bono societatis esset adversa. »
www.vatican.va/…/hf_p-x_motu-pro…
[6] « Dico ergo, certum est hoc regnum fore Christi et Sanctorum: illudque non tantum spirituale, quale fuit in terra, cum ipsi persecutionibus, martyriis et morti obnoxii: sed etiam corporale ac gloriosum, quo scilicet Sancti et corpore et anima beati, cum Christo in coelis gloriose regnabunt in saecula saeculorum. Porro hoc regnum inchoabunt Christus et sancti in terra, mox post necem Antichristi; tunc enim Antichristi regno everso, Ecclesia ubique terrarum regnabit, et fiet tam ex Judaeis quam ex Gentibus unum ovile, et unus pastor: et hoc innuitur hic, cum ait, non ‘‘quae est super’’, sed ‘‘quae est subter omne caelum’’, id est in omni terra, sive in omni plaga caelo subjecta. Deinde paulo post hoc regnum confirmabitur et glorificabitur in coelis per omnem aeternitatem. »
reader.digitale-sammlungen.de/…/bsb10624768.html
[7] www.vatican.va/…/hf_p-xi_enc_192…
Miles - Christi
Para mayor información sobre el pontificado de Francisco, se pueden consultar los libros Tres años con Francisco: la impostura bergogliana y Cuatro años con Francisco: la medida está colmada, publicados por Éditions Saint-Remi, en cuatro idiomas (castellano, inglés, francés e italiano): saint-remi.fr/fr/35-livres - www.amazon.fr/Boutique-Kindle-Miles-Christi/s
vgg
Vg2: Déjese de tanto rollo y sea como dice Jesús: "Manso y humilde de corazón" No siembre cizaña.
Miles - Christi
Imagínese que una banda de delincuentes se introdujera en su casa, lo secuestrara a Ud. junto a su familia, los maltratara y vejara de todas las formas imaginables, y cuando a Ud. se le ocurriera elevar la voz, quejándose de la situación y reclamando que cesara el atropello, uno de los suyos lo reprendiera, explicándole que debería dar muestras de mansedumbre y dejar de sembrar cizaña: ¿no le …Más
Imagínese que una banda de delincuentes se introdujera en su casa, lo secuestrara a Ud. junto a su familia, los maltratara y vejara de todas las formas imaginables, y cuando a Ud. se le ocurriera elevar la voz, quejándose de la situación y reclamando que cesara el atropello, uno de los suyos lo reprendiera, explicándole que debería dar muestras de mansedumbre y dejar de sembrar cizaña: ¿no le parece que la situación sería cuando menos surrealista? Pues bien, la banda de delincuentes, son los modernistas, quienes se apoderaron de la Iglesia en el CVII, cuyo jefe actualmente es Bergoglio. Yo denuncio el daño que ocasionan, y me llueven críticas por faltar a la caridad y a la humildad. Hay que entender que la principal caridad es defender la verdad ultrajada, y alertar a la gente del peligro que corre al seguir a falsos pastores que no son sino lobos disfrazados de ovejas. Todo lo demás es pura demagogia y sensiblería barata. Los enemigos declarados de Dios y de la Iglesia deben ser atacados y censurados con toda la fuerza posible. La caridad obliga a gritar ‘‘¡al lobo!’’ cuando un lobo se ha introducido en medio del rebaño y aun en cualquier lugar en que se lo encuentre. (San Francisco de Sales)
vgg
Vg2: Miles - Christi: déjese de fantasías inexistentes. Todo lo que he comentado ha sido agarrándome al Evangelio. Nada que haya dicho está fuera de él. Y si lo hubiera dígame uno. Mir;, con todo respeto y sin intentar tan siquiera convencerle, pues eso a mí no me toca, lea lo que dice San Pablo sobre la Caridad. ¿Qué es la Caridad?
Miles - Christi
No comprendo a lo que se refiere cuando habla de "fantasías". Todo lo que sostengo sobre Francisco en mis escritos se basa en dichos y hechos precisamente referenciados. Me parece que no ha leído con atención. O si lo ha hecho, no ha entendido. Le pido un favor: Deje de llamarme Vg2, yo soy solamente Miles Christi. Gracias.
Miles - Christi
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