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REZANDO JUNTOS. Lucas 12. 1-7. 14 de octubre. Ciclo C. Oraciòn del dìa Viernes 14 de octubre. 28ª Semana TO. San Lucas 12. 1-7. Ciclo C. Señor, creo en Ti, pero te pido que fortalezcas mi fe, pues …Más
REZANDO JUNTOS. Lucas 12. 1-7. 14 de octubre. Ciclo C.

Oraciòn del dìa Viernes 14 de octubre. 28ª Semana TO. San Lucas 12. 1-7. Ciclo C.

Señor, creo en Ti, pero te pido que fortalezcas mi fe, pues muchas veces dudo y desfallezco en el camino, especialmente cuando se hace cuesta arriba. Tú sabes Señor, que sòy dèbil, y muchas ocasiones me da miedo creer en Ti sin condiciones, siempre estoy buscando una seguridad, por eso quiero hacer en esta oración un verdadero acto de abandono y confianza en Tì. Hoy me pongo en tus manos.
Meditaremos en este dìa, en el Evangelio de san Lucas 12, 1-7

Hoy Señor tus palabras nos iluminan y nos llenan de paz y seguridad, nos enseñas el camino de la verdad y del bien, mucha gente te rodea, hasta se atropellan unos a otros, todos quieren estar cerca de Tì, es que estar tan cerquita y escucharte, ilumina la vida.

Les dices a los discípulos, asì como queriendo prevenirlos: “Cuídense de la levadura de los fariseos, es decir, de la hipocresía”.
Lo contrario a la hipocresía es la coherencia de vida y es a lo que me invitas. ¿Quién es, Señor, una persona coherente?, es aquella que tiene convicciones firmes por dentro que se manifiestan en decisiones por fuera. Si realiza una buena acción, lo hace sin pensar en otros intereses o en dar una buena imagen.
Un cristiano coherente vive su fe por fuera y por dentro.

Por eso, con estas palabras quieres enseñarnos a cuidarnos de caer en la tentación de la hipocrecìa, de creernos mejores que los demás, que los pecadores son los otros, y yo estoy limpio, de llevar una doble vida, haciendo una cosa y luego diciendo otra, ocultando conscientemente actos malos, justificando mi consciencia y creando pretextos, aparentando algo que no soy o no tengo. cuàntas cosas, Señor, nos hacen ser hipócritas, y què claro me lo dices, no hay nada oculto que no llegue a descubrirse, ni nada secreto que no llegue a conocerse.

Para què arriesgarme si todo lo dicho o hecho en la oscuridad, en algún momento se dirà a plena luz, todo se proclamarà desde las azoteas. Señor que me dè cuenta que Tù llevas el control de todo, puedo engañar a las personas, me puedo pasar de listo, pero ante Tì, jamàs.

Abre mi corazón y mi consciencia, para darme cuenta de la importancia de la unidad de vida que debo de llevar. Y si por debilidad caigo, que pida perdón y vuelva al camino.

Què bien nos dice el Papa Francisco, tomo estas palabras venidas de Tì: «La coherencia en la vida, entre la fe y el testimonio. Aquí debemos ir adelante y realizar en nuestra vida esta coherencia cotidiana. Este es un cristiano, no tanto por lo que dice, sino por lo que hace. Por la forma en la que se comporta, esta coherencia que nos da vida. Y es una gracia del Espíritu Santo que debemos pedir.» (Homilía de S.S. Francisco, 9 de noviembre de 2014).

Y por ùltino, Señor, me enseñas, que no tengo que temer a aquellos que matan el cuerpo, pues no pueden hacer nada màs, a quièn le tengo que temer es a aquellos que pueden matar mi alma y hacer que me arrojen al lugar del castigo. Lo màs precioso que tengo es mi alma, aquella que Tù has divinizado con el bautismo y le has dado una categoría Sagrada. Que la cuide y la haga crecer en santidad y te sea siempre grata.

Tù lo sabes todo, Señor, Tù conoces todas mis intenciones, Tù jamàs te olvidas de mì. Todos mis cabellos están contados, Tù sabes lo que valgo, mucho màs que los pajarillos, por eso que valore mi dignidad y no me venda por dos monedillas.

Mi propósito en este dìa, será, corregir en mi vida todo lo que haya de hipocrecìa o división en mi persona. Cultivarè la sinceridad y harè las cosas por amor a Dios y no para que me vean o me aplaudan. Evitarè todo lo que me pueda llevar a tener una doble vida. Què Dios nos libre de esta falta grave de la cual todos estamos tan expuestos.

Mis queridos niños, Jesùs nos invita a ser felices, a no tener miedo de nada, ni de nuestro actuar, por eso cuando tengamos fallos, sepamos reconocerlos y vivamos siempre en la verdad, que jamàs nos acostumbremos a mentir o a hacer cosas que sabemos que no están bien. Jesucito, se sentirà contento al vernos obrar bien y con sinceridad.
P. Dennis Doren LC

Rezando juntos
Por: P. Dennis Doren, LC
Elaboración: Sebastian Arrivillaga