Hambre de amor... Liturgia del domingo 4 de agosto - XVIII Domingo del Tiempo Ordinario Queridos hermanos y hermanas, Jesús, en el pasaje evangélico que escuchamos el domingo 4 de agosto, con la …Más
Hambre de amor...
Liturgia del domingo 4 de agosto - XVIII Domingo del Tiempo Ordinario
Queridos hermanos y hermanas, Jesús, en el pasaje evangélico que escuchamos el domingo 4 de agosto, con la invitación a buscar no el pan que perece, sino el pan que dura para la vida eterna, intenta hacernos conscientes del hambre del Amor de Dios que habita en lo más profundo de nuestro corazón. Tú nos creaste para Ti, clamó San Agustín, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti. En efecto, alimentados por el amor de Dios, tal como se manifestó en Jesús, especialmente en el sacrificio supremo de la Cruz, y que se hace presente en el tiempo y en el espacio a través de los sacramentos de la Iglesia, especialmente en la Eucaristía, somos "transformados de gloria en gloria" como nos recuerda San Pablo, hasta el momento en que podamos verlo, en la vida eterna, tal como él es porque seremos semejantes a él
Liturgia del domingo 4 de agosto - XVIII Domingo del Tiempo Ordinario
Queridos hermanos y hermanas, Jesús, en el pasaje evangélico que escuchamos el domingo 4 de agosto, con la invitación a buscar no el pan que perece, sino el pan que dura para la vida eterna, intenta hacernos conscientes del hambre del Amor de Dios que habita en lo más profundo de nuestro corazón. Tú nos creaste para Ti, clamó San Agustín, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti. En efecto, alimentados por el amor de Dios, tal como se manifestó en Jesús, especialmente en el sacrificio supremo de la Cruz, y que se hace presente en el tiempo y en el espacio a través de los sacramentos de la Iglesia, especialmente en la Eucaristía, somos "transformados de gloria en gloria" como nos recuerda San Pablo, hasta el momento en que podamos verlo, en la vida eterna, tal como él es porque seremos semejantes a él