MENSAJE DE LA MADRE A ROSARIO ARENILLAS
CRUZ BLANCA 31 de Mayo de 1986.

Rosario:– ¡Madre, Madre mía! ¡qué alegría de volverTe a ver, Madre mía!
Madre:– Hijitos Míos... nunca estáis preparados para Mi llegada, siempre estáis desprevenidos.
Hijitos Míos, qué poca cuenta se dan los hombres del MAL que les amenaza.
SOLAMENTE VIVEN PARA EL PLACER, Y NO PARA EL AMOR.
La tierra es sola un placer para el hombre... pero la tierra está condenada por el ODIO.
En estos momentos la tierra no es reino de Mi Hijo ni reino del hombre... es reino del ODIO.
Todos tenéis que esperar porque ningún hombre de la tierra tiene medida para medir Mi llegada... solamente tiene el hombre que limitarse a esperar.
Ningún hombre puede ser juez... el juez será el tiempo en los hombres.
Los hombres no tienen poder para nada... solamente para deshacer lo que Mi Hijo ha creado con tanto amor.
Pero hoy y tantos días como hoy, vengo a manifestando a los hombres, para recordarles algo que está dormido entre ellos.
¡ESPERADME y ESTAD ALERTA! porque Mi Hijo vendrá a reinar entre los hombres, pero antes de Su llegada tendréis que ser testigos de tantas cosas desagradables...
YO VENGO A LA TIERRA COMO MADRE DE JESUS Y MADRE DE TODOS LOS HOMBRES.
No vengo a obligarlos a nada... ¡sois libres!, pero Mis Brazos están cansados... apenas puedo ya sostener el Brazo de la Ira del Padre.
¿Hasta cuándo el mundo no aprenderá a ponerse de hinojos delante de Mi Hijo? ¿hasta cuándo el mundo no aprenderá a amar como Mi Hijo les ha amado a todos?... porque Mi Hijo es la ESPERANZA DEL HOMBRE.
Mi Hijo es el árbol y vosotros sois el fruto.
Mis Palabras son esas hojas que los vendavales están arrollando y profanando, porque los vendavales son la profanación del hombre.
Ustedes que sois los frutos, os vais consumiendo podridos, caídos debajo del árbol, pero algún día esas hojas ocultas por el odio del hombre bajo la sombra de una piedra, darán fuerza a las piedras para que puedan hablar, ya que LOS HOMBRES NO DAN TESTIMONIO DE MIS PALABRAS.
SOLAMENTE HAN APRENDIDO A PROFANAR MI NOMBRE... y no os dais cuenta de que ustedes son la Iglesia viva que los hombres no han conocido aún... los hombres solamente conocen aquello que el hombre injustamente le ha ofrecido.
Mi Hijo perdona y olvida.
Mi Hijo no odia.
Mi Hijo viene a traer la PAZ a los corazones de los hombres.
Por eso hijitos Míos, Yo he venido a la tierra para enseñaros a AMAR, a PERDONAR y a OLVIDAR,
Yo he venido a la tierra para ofrecerles lo más puro de Mi Corazón Inmaculado... para extenderles Mis Manos para que junto a Mí, un día todos puedan llegar al Reino del Padre, aunque parece que es un poco tarde, pero vuestros hijos SERAN LA ERA NUEVA, para que puedan dar testimonio a aquellos hombres que solamente han aprendido a ODIAR... llegará el momento en que tendremos menos, pero habrá más, porque todos permaneceremos unidos y aprenderemos a andar por el mismo camino.
Rosario:– ¡Madre!, ¿porqué no bajas a la tierra?
Madre:– Ni Mi Hijo ni Yo tenemos en estos momentos un lugar en la tierra... sería Mi Hijo de nuevo golpeado... no estaría a gusto de todos... unos lo amarían pero otros le odiarían.
Quiero pedirles a todos los hombres que vengan a Mi Hijo, que la FUENTE DEL MANANTIAL DE MI HIJO ESTA A DISPOSICION DE TODOS LOS HOMBRES.
Las Palabras de Mi Hijo son como un rayo de sol que ilumina la mente del hombre, para que pueda caminar por caminos verdaderos y rectos, apartándole de caminos tortuosos.
Rosario:– ¡Qué luz más fuerte hay aquí... no estoy acostumbrada a esta luz, Madre mía! ¡no soy digna!... soy una pecadora... no vengas más a mí, Madre mía porque puedo mancharte.
Si Tú me ayudas, Madre mía, y me das fuerza, podré presentarte a todos mis hermanos, ponerlos a Tu disposición, porque yo, para mí, no quiero nada.
Madre:– Hay muchos manantiales donde bebéis, pero MUY POCA AGUA VIVA QUE PUEDA CURAR VUESTRA ALMA... pero todos seréis curados.
Vuestra alma será espléndida en la presencia del Padre, porque Yo os prometo que a pesar de esa profanación que el hombre cada día pone sobre Mí... MI HIJO VENDRA A LA TIERRA Y ESCOGERA UN PUÑADO DE HOMBRES PARA LA SALVACION DE LA TIERRA.
PORQUE USTEDES, HIJITOS MIOS, TENDREIS QUE SER EL CAMINO Y LA LUZ DE TANTOS MINISTROS MIOS QUE HAN ABANDONADO EL SAGRARIO, Y EN TODO MOMENTO ESTÁN PROFANANDO TANTO A MI HIJO COMO A AQUELLOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD QUE ME SIRVEN.
EL ENEMIGO ES MUY ASTUTO, hijitos Míos. ¡TENED CUIDADO! tened cuidado porque él ha prometido destruir lo más sagrado y ustedes para Mí, son lo más sagrado... para Mí, son lo más sagrado.
El enemigo no vendrá a vosotros con PIEL DE LOBO el enemigo vendrá con PIEL DE CORDERO, por eso hijitos Míos, tenéis que estar MUY UNIDOS EN LA ORACION Y EN EL AMOR, porque el enemigo es el CORDERO MALVADO QUE APARTA LAS OVEJAS DE MI REBAÑO.
Hijitos Míos, llenaros de Mis Palabras, porque yo no he bajado a la tierra para confundir al hombre, he venido a la tierra para deciros a los hombres, que sí alguno de vosotros es siente el mayor delante de sus hermanos, es sienta el más pequeño delante de Mí, porque los últimos serán los primeros.
No engrandecerse delante de Mí, porque no podéis confundírMe.
YO SOY ALGO MAS QUE UNA MADRE. Ustedes son Mi creación y no permitiré que por la debilidad del hombre seáis destruidos en unos momentos... y ahora MI BENDICION ES PARA TODOS.
ESTAD ALERTA PORQUE EL ENEMIGO ATACARA A LO MÁS SAGRADO.
Donde hay AMOR estoy Yo, donde no hay AMOR no estoy Yo.
Con estos mis ruegos, Me dirijo a todos los hombres.
Tenéis que ser, todo un ejemplo para todos... si no hay ejemplo, la ORACION NO SERVIRA DE NADA, PORQUE LA ORACION SIN TESTIMONIO ES COMO UN MANANTIAL LLENO DE AGUA VENENOSA.
Por eso hijitos Míos, ORAD Y AMAD... si así no fuera, todos serían ustedes testigos de la gran destrucción de la tierra.
TODOS TENEIS UN DEBER... TODOS TENEIS UN DEBER... de volver a recoger lo que antes habéis tirado.
NO DOY NADA PARA SER TIRADO... Yo doy lo justo a los hombres.
Cuando un hombre ha tirado algo que Yo lo he dado, eso ya pertenece a otro... debéis estar preparados para compartir con vuestros hermanos.
Si al menos tuvierais fuerza para abrazaron y amaros los unos a los otros, hijitos Míos.
Rosario: – Madre Mía, qué poco he aprendido en la tierra, Tú me lo has dado todo Madre Mía.
Quiero ser humilde, quiero ser fiel a mis hermanos... no quiero engañar mi corazón pues quiero ser fiel a Ti y a mis hermanos.
Ayúdame Madre Mía, ayúdame... yo lo intentaré por encima de todo... yo sé que sí Tú me ayudas, todo llegará a su debido tiempo.
Madre:– REZAD EL ROSARIO EN COMUNIDAD... ORAD INTENSAMENTE.
LOS PEQUEÑOS GRUPOS DE ORACION DESPERTARAN LA PAZ DE LA TIERRA QUE ESTA CONDENADA POR EL ENEMIGO.
Rosario:– Adiós Madre... adiós...

Cuando venga el Hijo del Hombre encontrará fe en la tierra. Palabra del Señor

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