El espectáculo que dieron fue durante la pre-jornada de la JMJ organizada por gente del lugar en Panamá para los que llegaban, o sea, el Papa todavía no viajaba, estaba en Roma, y la cantante confundió a un sacerdote con un peregrino quien accedió de buena fe a subir y ella lo invitó a bailar y su cara de sorpresa después al enterarse. A todo esto, me da gracia lo ocurrido, como gracia me dan también los que acusan al Vaticano o al Papa que nada tienen que ver con los organizadores del lugar cuando es el Papa quien va a presidir la JMJ en calidad de invitado especial.