Bottega
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Elias en el Carmelo

En el monte el Carmelo Elias disputaba, como ultimo profeta de Dios, contra los 450 sacerdotes de los baales implorando la presencia sensible de Dios sobre el sacrificio que había preparado.

Los hechiceros de baal también tenían preparado un sacrificio.

Luego de que los 450 danzaran e invocaran todo el día pidiendo a sus dioses paganos que viniera fuego del cielo en vano, Elias le pidió al pueblo, que echara agua en cuatro cántaros y esta sobre la leña, esto lo hicieron 3 veces, cuando estuvieron seguros que estaba tan mojado que ya era imposible hacer fuego, Elias imploro a Dios (1) una sola vez y bajó fuego del cielo que consumió todo el sacrificio ofrecido.

Cuando todos adoraron al Dios de Israel, el profeta rogó al Señor para que enviase la lluvia, porque para demostrar el Poder de Dios Elias había predicho que no lloveria y la sequía tenia ya mas de 3 años.

Esta lluvia milagrosa que cayó del cielo, es una de las muchas premoniciones proféticas de María, fuente de toda gracia y lluvia de santidad contra el mal.
El mismo Elías estableció allí, en el Monte Carmelo, una comunidad de eremitas, que en soledad y oración veneraban a una virgen aún no nacida, que estaba destinada a ser la Madre del Mesías. Era el año 850 antes de cristo, no mucho después Dios mandó a sus ángeles para que lo llevaran al cielo en un carro de Fuego.

En el año 1226 cuando San Simón Stock era Superior General de la Orden. Serían llamados hermanos de Nuestra Señora del Carmelo e hijos del profeta Elías, reiterando que la Orden se había fundado en honor de Santa María. El año 1251 Se le apareció la Virgen, rodeada de una multitud de ángeles, vestida como Nuestra Señora del Carmen y le entregó el escapulario milagroso con la promesa que libraría del purgatorio a cuantos lo usaran.

“Recibe, hijo dilectísimo, este Escapulario de tu Orden como señal distintiva y marca del privilegio que yo obtuve para ti y para todos los hijos del Carmelo; es una señal de salvación, una salvaguardia en los peligros, una alianza de paz y de protección sempiterna. Quien muera revestido con él será preservado del fuego eterno”».

Para confirmarlo se apareció al futuro Papa Juan XXII, entonces cardenal, en Avignon, Francia. Allí la Virgen prometió una especial asistencia a los que llevasen el Escapulario del Carmen, asegurándole que los libraría del Purgatorio el primer sábado después de su muerte. Esta promesa, conocida como el “Privilegio Sabatino”, fue promulgada por el Papa Juan XXII en el año 1322.
rosarios1000
Que hermoso, Bendito sea DIOS.