Ateo predica homilía de Pentecostés a la Iglesia enceguecida
El sacerdote presidió la celebración en el piso inferior, al nivel del público, no en la parte elevada donde está el altar.
El sacerdote estaba a la sombra con su audiencia, mientras que si hubiera estado en la parte elevada habría sido iluminado por el sol: “Cualquiera podría haberse imaginado que el sacerdote estaba dialogando con Dios y recibía la iluminación justa para transmitirla a su rebaño”.
Él recuerda que desde el [Concilio] Vaticano II, el sacerdote “está orientado hacia los fieles”, mientras que antes él se situaba habitualmente “frente a Dios”. Cacopardo no está impresionado por esto:
“Nunca como en este domingo, en el Domo de San Donnino en Fidenza, se pudo entender que a causa de este cambio el celebrante perdió todo su carisma, toda conexión con el Dios del dogma y del misterio, para convertirse en un fiel como los demás, dotado con facultades terrenales delegadas a él por una Iglesia menos (o quizás no) radiante con su Dios”.
Para el periodista no creyente y agnóstico esta es una “prueba visible” de “la secularización del catolicismo”, y del “colapso de su sacralidad, que durante muchos siglos, para bien o para mal, estuvo presente y era reconocida por los laicos”.
Cacopardo encuentra este colapso también en la reacción de la Iglesia ante el coronavirus. Él llama a esta reacción “una respuesta enteramente terrenal, tan terrenal que la Iglesia renunció a su relación con la trascendencia, garantizada a ella por el rito de la Misa y por la Santa Comunión”.
#newsBheuatygid
