Tiempo de renunciar: el doble estándar del cardenal O’Malley
El cardenal de Boston, Sean O’Malley, quien se presenta como el gran inquisidor de los abusos, admitió el lunes que ignoró una carta en la que se detallaban los abusos cometidos por el cardenal Theodore McCarrick.
Esto ocurrió más de un mes después que se supo que en el 2015, un sacerdote de Nueva York, el padre Boniface Ramsey, le había escrito una carta sobre los abusos homosexuales del cardenal McCarrick.
El cardenal de Boston negó haber sabido algo sobre estos abusos o sobre la carta de Ramsey que fue “manipulada por un miembro del personal”. En ese momento, McCarrick era un liberal influyente que tenía el apoyo del papa Francisco y de los medios de comunicación contrarios a la Iglesia.
Ahora, O’Malley pidió disculpas a Ramsey “por no haberle respondido en una forma apropiada”.
Pero la disculpa de O'Malley es insensata, porque Francisco afirmó el 20 de agosto que “ por más esfuerzo que se haga para pedir perdón y buscar reparar el daño causado nunca será suficiente”.
Por fracasos similares, O’Malley ha sido un partidario vocal para la renuncia del arzobispo John Niensted, de la arquidiócesis de San Pablo y Minneapolis, o la del obispo Robert Finn, de la diócesis de Kansas City-San José.
Ahora es momento para él de seguir sus propios principios y renunciar.
Imagen: Sean O'Malley, © Roman Catholic Archdiocese of Boston, CC BY-ND, #newsXpxwnyeacn
Esto ocurrió más de un mes después que se supo que en el 2015, un sacerdote de Nueva York, el padre Boniface Ramsey, le había escrito una carta sobre los abusos homosexuales del cardenal McCarrick.
El cardenal de Boston negó haber sabido algo sobre estos abusos o sobre la carta de Ramsey que fue “manipulada por un miembro del personal”. En ese momento, McCarrick era un liberal influyente que tenía el apoyo del papa Francisco y de los medios de comunicación contrarios a la Iglesia.
Ahora, O’Malley pidió disculpas a Ramsey “por no haberle respondido en una forma apropiada”.
Pero la disculpa de O'Malley es insensata, porque Francisco afirmó el 20 de agosto que “ por más esfuerzo que se haga para pedir perdón y buscar reparar el daño causado nunca será suficiente”.
Por fracasos similares, O’Malley ha sido un partidario vocal para la renuncia del arzobispo John Niensted, de la arquidiócesis de San Pablo y Minneapolis, o la del obispo Robert Finn, de la diócesis de Kansas City-San José.
Ahora es momento para él de seguir sus propios principios y renunciar.
Imagen: Sean O'Malley, © Roman Catholic Archdiocese of Boston, CC BY-ND, #newsXpxwnyeacn