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Una parroquia de Nueva York escenifica una "eucaristía homosexual" en cajas de plástico

La parroquia de San Pablo de Nueva York, conocida por su activismo homosexual, celebró el 27 de junio una eucaristía al aire libre ("Misa del Orgullo") dedicada a la propaganda homosexual, informa NcRegister.com.

Una mesa hecha con cajas de plástico estaba cubierta con una bandera gay y otra travesti. El padre Eric Andrews, que presidió el acto, llevaba una estola con los colores correspondientes. Asistieron unos 175 activistas homosexuales.

El acto se celebró en el "Monumento Nacional Stonewall", un parque de Manhattan dedicado a los supuestos "derechos de los homosexuales" y designado monumento nacional homosexual por el régimen de Obama en 2016.

La parroquia había planeado celebrar allí una 'Eucaristía del Orgullo' el año pasado, pero acabó cambiando el lugar por supuestas preocupaciones de 'seguridad'.

A pesar del reiterado sacrilegio, Joe Zwilling, portavoz de la archidiócesis de Nueva York, afirmó que 'desconocía la Eucaristía'.

Traducción IA

Salvador Maria
Provocaciones y más provocaciones, se les ve venir.
De paso si no se hace caso a la provocación siguen y siguen.
Insisten en adquirir unos derechos que no existen.
En el catolicismo, cristianismo, se trata de obediencia, sin derechos; a la plena voluntad de Dios.
Consentir este tipo de actos es demasiada permisividad y seguro que por tribunales mundanos esta gente tiene que pagar por apología de …
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Provocaciones y más provocaciones, se les ve venir.
De paso si no se hace caso a la provocación siguen y siguen.
Insisten en adquirir unos derechos que no existen.
En el catolicismo, cristianismo, se trata de obediencia, sin derechos; a la plena voluntad de Dios.
Consentir este tipo de actos es demasiada permisividad y seguro que por tribunales mundanos esta gente tiene que pagar por apología de la violencia o similar, es evidente de que este tipo de actos crea violencia soterrada hacia los creyentes.
En mi opinión.
la verdad prevalece
Con su apostasía Bergoglio instaló la abominación desoladora, todos los cómplices de Bergoglio expulsaron a Dios primero de sus cuerpos, templo del Espíritu Santo, y esto es sólo una manifestación externa de su rebelión contra Dios y contra la Iglesia.