Todas sonrisas: la reunión más larga de Francisco con un presidente de Estados Unidos
En el encuentro solo se permitió la presencia de periodistas del Vaticano. Dada la afición de Biden a las meteduras de pata fuera de micrófono, la supresión de la cobertura en directo fue probablemente un intento de protegerlo.
Como era de esperar, Francisco discutió con Biden los principales principios de su fe secular: el ecologismo, el covid y la inmigración masiva.
Biden le regaló a Francisco una casulla tejida a mano en 1930 de la Iglesia de la Santísima Trinidad, situada en Washington DC, donde asiste a Misa. A Francisco no le sirve para nada la hermosa prenda. Además, obsequió a Francisco una moneda de mando, diciéndole con una hipérbole americana que esa moneda se entrega “a los guerreros y líderes, y usted es el guerrero por la paz más importante que he conocido”. Francisco la tomó en sus manos y, después de acompañar a Biden a la puerta, repitió: “gracias por esto”.
Biden llamó a la insignia “Dólar de la Paz”, diciendo que la próxima vez que se reúnan Francisco pagará las bebidas. Y agregó: “Soy el único irlandés que usted ha conocido que nunca ha bebido”, a lo cual Francisco respondió: “¿No beben mucho whisky?”.
Francisco le regaló a Biden un cuadro en una baldosa de cerámica, el Mensaje de Paz 2021, el Documento sobre la “Fraternidad Humana” y un libro con la crónica del espectáculo unipersonal Urbi et Orbi 2020 de Francisco durante la supuesta pandemia.
También el 29 de octubre Francisco recibió al presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, y le entregó un ejemplar de todas sus encíclicas. Moon regaló a Francisco una cruz hecha con el alambre de espino de la valla fronteriza que separa Corea del Norte y Corea del Sur.
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