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Transcribimos algunos comentarios al autor: Bogotá, 6 de enero de 1986 Llevo varios días abocado a la lectura, análisis y ponderación de "LA TERAPIA DE DIOS" Y a fe que me he visto sorprendido gratamente …Más
Transcribimos algunos comentarios al autor:

Bogotá, 6 de enero de 1986

Llevo varios días abocado a la lectura, análisis y ponderación de "LA TERAPIA DE DIOS" Y a fe que me he visto sorprendido gratamente y fuertemente impactado por su (¿qué?) ¿contenido? ¿pedagogía? no sé, simplemente por su conjunto.

Seguramente usted se va a extrañar -hasta casi no creerlo- de lo que voy a decirle. No importa, le diré lo que realmente he sentido en la lectura analítica de su libro.

Considero que la "TE'RAPIA DE DIOS" está llamado a hacer mucho bien a mucha gente. Es un libro notable y, (¡no se espante!) en cierto sentido, de lo mejor que he leído.

El libro cautiva, la atención queda prendida y el lector no lo puede soltar de las manos; su estilo es directo, personal, simple. Las verdades -digamos el mensaje- no sólo están bien masticadas y fácilmente digeribles sino hermosamente expuestas, con relieves vivos, colores variados y comparaciones modernas.

Al autor se le siente próximo, familiar, cálido, amigo: en suma, se comunica con el lector. La pedagogía es excelente con moderadas reiteraciones, ordenada y evolutiva, rigurosamente analítica, simple, sin complicaciones; en suma, muy práctica.

El mensaje o contenido es notablemente positivo, evangélico, liberador, con una presencia eternamente presente de Dios-Amor. Hay un aliento de vida que sopla desde la primera hasta la última página. Lo felicito de todo corazón y deseo que Dios mismo sea su mayor recompensa.

P. Ignacio Larrañaga