Táctica de distracción: los obispos alemanes "no" declararán el cisma

"No habrá cisma, y ninguno de los obispos de Alemania lo ha deseado nunca", escribió el obispo de Hildesheim, Heiner Wilmer, en Communio.de (28 de febrero).

Wilmer, un elegante y delgado homosex-activista en vaqueros azules, actúa como un político, y sólo se puede creer a un político cuando niega algo.

Iba a ser prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, pero tras la oposición interna Francisco nombró al pornógrafo Tucho Fernández.

En su artículo, Wilmer aboga por una mayor "discusión abierta" [=negación de la fe] y "comprensión mutua" [=falta de comprensión para los católicos] y "confianza" entre las diócesis alemanas y otros países, incluido el Vaticano. Quiere evitar la narrativa de "Roma contra Alemania" o "Alemania contra Roma".

Wilmer continuó diciendo que los obispos alemanes son leales [alemán: "loyal"] al Papa. El término "loyal" procede del francés "loi" (ley) y oculta una incomprensión legalista de la Iglesia. Con "Papa", Wilmer excluye a todos los papas, excepto a Francisco.

Justo el día anterior, otro obispo alemán, monseñor Bertram Meier de Augsburgo -un supuesto "conservador" que celebra ordenaciones en rito romano para la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro- declaró en una reunión ecuménica que "ninguna iglesia ha arrendado la verdad". Así, admitió que su grupo ha perdido el contacto con la verdad y, por tanto, con Cristo, que es la verdad.

Traducción IA