Un milagro: Un obispo que no (!) traicionó a su sacerdote
Los medios de comunicación Málaga Hoy suscitaron la polémica al quejarse de los "estrictos criterios" aplicados por el párroco de Benamargosa en la administración de sacramentos como el bautismo y la primera comunión.
Hace un año, una vecina del pueblo se dirigió al sacerdote para pedirle que bautizara a su hija.
El sacerdote supuestamente "se negó", alegando que la mujer no asistía regularmente a la Eucaristía dominical.
Otros residentes de Benamargosa también se quejaron supuestamente de que el sacerdote utilizaba "criterios personales" para "negar" los sacramentos a los "fieles".
En realidad, el sacerdote ni "negaba" ni "negaba". Explicó a Málaga Hoy que "nunca se puede negar un sacramento; se puede posponer hasta que la persona que lo solicita reúna las condiciones necesarias".
Increíblemente, la diócesis respondió con un comunicado en el que aseguraba que "la Diócesis de Málaga siempre ha mantenido que el párroco es el único interlocutor, ya que es quien mejor conoce la situación de estas familias".
En el caso de la madre que solicitó el bautismo de su hija, el párroco informó al obispo y siempre manifestó que, según la normativa de la Iglesia, no existía "esperanza fundada" de que la niña fuera a ser educada en la religión católica.
En tales casos, el bautismo debe aplazarse y los padres deben ser informados del motivo" (canon 868 del CIC).
Así se lo ha hecho saber a los padres, con los que mantiene una estrecha relación.
Imagen: Msgr. Jesús Esteban Catalá Ibáñez, Malaga, Traducción IA
