Cómo un cardenal y un gobernador engañaron a los fieles

El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, llamó por teléfono a mediados de marzo al cardenal de Newark, Joseph Tobin, y le dijo “simplemente y sin formalidades burocráticas” que él estaba “realmente preocupado respecto a la Santa Comunión distribuida en los automóviles”.

Murphy le dijo el 15 de abril a Tucker Carlson, de FoxNews.com (ver vídeo a continuación) que Tobin contestó inmediatamente: “No estamos haciendo eso. Se lo juro. Lo confirmaré con mis compañeros obispos”.

Como consecuencia de ello, Tobin suspendió la celebración de todos los sacramentos el 18 de marzo, “profundamente preocupado por el bienestar de los fieles”.

El 21 de marzo Murphy publicó una orden de permanecer en el hogar que hipócritamente permitía salir de la casa por “motivos religiosos”.

Carlson objetó que “no le está permitido al gobierno decirle a la gente cómo celebrar el culto” y le preguntó al gobernador por qué los negocios de venta de licores están abiertos mientras las iglesias están cerradas. Murphy contestó que cerrar las licorerías habría llevado a problemas inesperados de salud mental y de adicciones.

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