Lenin Mongol.

Vladímir Ilich Uliánov Simbirsk, quien murió a los 53 años, comunista ruso, agitador de la Revolución de Octubre de 1917, fue un dictador cuyo gobierno fue responsable de millones de asesinatos.

De familia luterana y judía, fue bautizado por el rito de la Iglesia ortodoxa rusa.

Su padre llevaba el título de «su excelencia», lo que lo equiparaba a la nobleza, su abuelo materno, judío riquísimo, llegó a ser consejero de Estado y poseía extensas propiedades en Kazán, donde Lenin pasó parte de su juventud, tenía 4 hermanos y sangre mongol.

Nadya Krúpskaya, la esposa de Lenin y la amante de este, Inesse Armand durante seis años convivieron bajo el mismo techo y compartieron la misma cama, el idilio terminó cuando Inesse enfermó de sífilis y murió. Dejando infectado a Lenin, que, aunque fue tratado contra el Treponema pallidum, a la larga le produciría locura sifilítica (neurosífilis) y luego la muerte. Luego de cuatro infartos cerebrales lo que obligó a su esposa a enseñarle a escribir, leer hablar, usar el baño etc.

Lenin fundó la siniestra Cheka, responsable de la represión, tortura y asesinato de millones de personas, esta policía política contaba con 280.000 miembros, que cometieron toda clase de atrocidades, el uso de ratas para destrozar el recto y el intestino del detenido y así forzar su confesión o arrancarle la piel a tiras a sus víctimas hasta ejecutarlas por lapidación o crucifixión, método que aplicaron a miles de sacerdotes y religiosos asesinados; las iglesias fueron confiscadas y muchas demolidas como la catedral de Moscú y se creó la iglesia del pueblo, compuesta por sacerdotes y obispos falsos puestos o entrenados por el régimen. Como denuncia el historiador ruso Alexander Nikolaevich Yakovlev, fue llamado “El Terror Rojo”, por su similitud al Terror jacobino de la Revolución Francesa.

Causó La hambruna entre 1921-22 que afectó a unos 27 millones de personas, y mató a entre 3 y 5 millones. Luego vendría una peor 10 años después que mataría 20 millones de hambre.

“Con tanta gente hambrienta que se alimenta de carne humana, con los caminos congestionados de centenares y de millares de cadáveres, ahora y solamente ahora podemos (y en consecuencia debemos) confiscar los bienes de la Iglesia con una energía feroz y despiadada. (…) Todo indica que no alcanzaremos nuestro objetivo en otro momento, porque solamente la desesperación generada por el hambre puede acarrear una actitud benévola, o al menos neutra, de las masas [hacia] nosotros.” Según Lenin el hambre tiene “numerosas consecuencias positivas”, pues “destruye no solamente la fe en el Zar, también en Dios”. Cuando le protestaron por los fusilamientos Lenin les contestó “¿Creéis realmente que podemos salir victoriosos sin utilizar el terror más despiadado?”

Vivía en un constante ataque de nervios, jaquecas, insomnio y nerviosismo. Murió en medio de un ataque de pánico sifilítico. Lógicamente medicado con opio.
Está enterrado en una réplica del trono de Satanás, mencionado en el apocalipsis, desenterrado en Pergamo por los alemanes.
Donde los camaradas ateos lo veneran.