es realmente triste que con todo el buen trabajo que hace el santo padre llamando a la misericordia a la pacificacion y a la bondad como voz y luz de cristo en la iglesia a quienes en la iglesia se empeñan y quieren destruir la obra misericordiosa y bondadosa del santo padre y de todos los santos buenos catolicos que se dejan la vida y la piel por ayudar a los pobres despreciados y desamparados y despreciados del mundo y que evangelizan con el amor en sus obras pero a quienes en la iglesia no construten destruyen todo lo bueno que se hace y luego pasa lo que pasa lo pagan todos los buenos por causa de los malas hierbas que hay dentro de la iglesia como dice el refran:

Quien siembra vientos recoge tempestades!!!! toda accion tiene reaccion por cada reaccion destructiva y malevola de algunos de la iglesia lo vamos a pagar toda la iglesia poniendola en grave riesgo de destruccion

Quien se cree justo y juzga, es un hipócrita" una clara alusion del PAPA FRANCISCO a los ultimos prelados arrogantes que han despreciado ultimamente y publicamente atacando a homosexuales
02 de junio 2016 - 16:30 El sumo pontífice instó a los fieles a desterrar a la arrogancia de sus corazones y a orar ante Dios con total franqueza
Luego de la misa, el Papa saludó a los allí presentes, entre ellos, la niña argentina que ganó un premio de literatura.

+ -
A a

El papa Francisco aseguró que "quien se cree justo y juzga a los otros es un corrupto y un hipócrita", al tiempo que afirmó que "la soberbia compromete toda acción buena", durante la audiencia general que encabezó en el Vaticano ante unos 15 mil fieles.
"En la vida quien se cree justo y juzga a los otros o los desprecia es un corrupto y un hipócrita", aseveró el pontífice al recordar la parábola del fariseo y el publicano reproducida en el Evangelio de Lucas del Nuevo Testamento. "La soberbia compromete toda acción buena, vacía la oración, aleja de Dios y de los otros", rezó.
"No basta pues preguntarnos cuánto oramos, debemos también examinarnos cómo oramos, o mejor, cómo es nuestro corazón: es importante examinarlo para evaluar los pensamientos, los sentimientos, y extirpar la arrogancia y la hipocresía", pidió durante su intervención.
"Pero, yo pregunto: ¿se puede orar con arrogancia? No. ¿Se puede orar con hipocresía? No. Solamente, debemos orar ante Dios como nosotros somos. Pero éste oraba con arrogancia e hipocresía", lamentó al recordar al fariseo de la parábola.
En ese marco, criticó el "frenesí" de la vida cotidiana y aseguró: "Estamos todos metidos en la agitación del ritmo cotidiano, muchas veces a merced de sensaciones desorientadas y confusas". "Es necesario aprender a encontrar el camino hacia nuestro corazón, recuperar el valor de la intimidad y del silencio, porque es ahí que Dios nos encuentra y nos habla", manifestó.
"Solamente a partir de ahí podemos nosotros encontrar a los demás y hablar con ellos. El fariseo se ha encaminado hacia el templo, está seguro de sí, pero no se da cuenta de haber perdido el camino de su corazón", agregó. "La parábola nos enseña que se es justo o pecador no por la propia pertenencia social, sino por el modo de relacionarse con Dios y los hermanos", finalizó.