Sinodalidad en acción: el obispo Strickland explica la fe católica
Recuerda la obviedad de que el matrimonio es entre un hombre y una mujer, mientras que cierto tipo de propaganda “promueve diversas distorsiones de las relaciones humanas íntimas”.
La doctrina de la Iglesia contra la anticoncepción “no puede cambiar ni cambiará” porque la anticoncepción es contraria al plan de Dios para la vida humana.
Antes de 1930, prácticamente todas las confesiones cristianas se oponían a la anticoncepción por considerarla un pecado. Luego, los anglicanos se separaron “permitiendo” la anticoncepción “por razones serias”, utilizando el truco del caso por caso (casuística).
A medida que se acerca el Sínodo, Strickland pide que se rechace cualquier llamada a cambiar la realidad inmutable del matrimonio y las relaciones que intentan simular o redefinir el sacramento del matrimonio.
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