santa clara
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DOMINGO 32 B Sor Mª Celina. Señor, mientras los soberbios escribas ostentaban su prepotencia haciendo el ridículo, tú te fijas y alabas a la pobre viuda que daba una pequeña/enorme limosna. ¡Qué poco …Más
DOMINGO 32 B Sor Mª Celina.
Señor, mientras los soberbios escribas ostentaban su prepotencia haciendo el ridículo, tú te fijas y alabas a la pobre viuda que daba una pequeña/enorme limosna. ¡Qué poco ha de importarme la opinión que la gente tenga de mi! ¡Sólo me interesa lo que tú opines de mí, seguro de que, sea cual sea tu opinión, me quieres con locura! Te lo agradezco de corazón y quiero corresponderte con mi amor y con la vida que un día me diste para servirte en esta vida y gozar para siempre de tu amistad.
Marcelino Champagnat
DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 12, 38-44
En aquel tiempo enseñaba Jesús a la multitud y les decía:
- ¡Cuidado con los letrados! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas con pretexto de largos rezos. Esos recibirán una sentencia más …
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DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 12, 38-44

En aquel tiempo enseñaba Jesús a la multitud y les decía:

- ¡Cuidado con los letrados! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas con pretexto de largos rezos. Esos recibirán una sentencia más rigurosa.

Estando Jesús sentado enfrente del cepillo del templo, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda pobre y echó dos reales. Llamando a sus discípulos les dijo:

- Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el cepillo más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.
santa clara
¡Feliz día del Señor para todos!
santa clara
Señor, mientras los soberbios escribas ostentaban su prepotencia haciendo el ridículo, tú te fijas y alabas a la pobre viuda que daba una pequeña/enorme limosna. ¡Qué poco ha de importarme la opinión que la gente tenga de mi! ¡Sólo me interesa lo que tú opines de mí, seguro de que, sea cual sea tu opinión, me quieres con locura! Te lo agradezco de corazón y quiero corresponderte con mi amor …Más
Señor, mientras los soberbios escribas ostentaban su prepotencia haciendo el ridículo, tú te fijas y alabas a la pobre viuda que daba una pequeña/enorme limosna. ¡Qué poco ha de importarme la opinión que la gente tenga de mi! ¡Sólo me interesa lo que tú opines de mí, seguro de que, sea cual sea tu opinión, me quieres con locura! Te lo agradezco de corazón y quiero corresponderte con mi amor y con la vida que un día me diste para servirte en esta vida y gozar para siempre de tu amistad.