El padre Michael Pfleger, de la parroquia de Santa Sabina, en Chicago (Illinois), presidió el 6 de junio de 2021 una sacrílega eucaristía de Corpus Christi durante la cual los participantes enmascarados intercambiaron grandes abrazos como “signo de paz”.
Un hombre se acercó a la mesa para comer. Pfleger le abrazó y le palmeó el hombro. Desgraciadamente, durante el ambiguo encuentro, la manga de Pfleger se enganchó en una mini canoa que contenía hostias supuestamente consagradas, y las tiró hacia abajo. Algunas hostias cayeron sobre la mesa, otras cayeron al suelo. Un sacerdote que copresidía la celebración y Pfleger las recogieron como hojas en otoño.
Habitualmente, Pfleger inventa las palabras de la Consagración y utiliza un cáliz de madera y una canoa para las hostias.
El arzobispo de Chicago, Blase Cupich, quien preside y promueve sacrilegios, pero reprime la Misa Romana, está contento con esto.
#newsAvdspimvwy