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El arzobispo Léonard se une a Sarah y Benedicto XVI en defensa del celibato

El arzobispo Léonard se une a Sarah y Benedicto XVI en defensa del celibato

Por INFOVATICANA | 19 enero, 2020
Hace un llamamiento a todos los obispos.

(Stilum Curiae)- Estimados amigos y enemigos de Stilum Curiae, el arzobispo emérito de Malinas-Bruselas, mons. André-Joseph Léonard, ha dado a conocer a través del portal “L’Homme Nouveau“, su llamamiento a todos los obispos y, naturalmente, al pontífice reinante en primer lugar, para que no se toque el celibato sacerdotal para los sacerdotes de rito latino. El arzobispo da su pleno apoyo al libro escrito por Benedicto XVI y el cardenal Robert Sarah, del que tanto se habla en estos días. Buena lectura.

§§§

Como arzobispo emérito de Malinas-Bruselas, me abstengo de interferir en el gobierno de las diócesis de las que he sido pastor, Namur y Bruselas. Pero sigo siendo obispo y, como tal, puedo expresar mis convicciones doctrinales o pastorales, aunque difieran de una u otra de las posturas de mis ex compañeros de trabajo.

Aunque el tema es nuevo y mucho más elevado, un papa emérito, en este caso Benedicto XVI, puede también colaborar legítimamente en un libro proyectado por un cardenal y, consultándose con él, expresar sus convicciones teológicas y pastorales sin por ello no estar cumpliendo con su deber de discreción. No se expresa necesariamente como sucesor de Pedro y su postura no tiene autoridad magisterial. Pero su palabra tiene, a pesar de todo, un peso enorme.

Su activa contribución al libro del cardenal Sarah no es, en absoluto, un “ataque” al papa Francisco. Ni Benedicto XVI ni el cardenal Sarah le están criticando, sino que le han dirigido al papa actual una “súplica” en espíritu filial, sin quitar nada a la obediencia que le deben. Exactamente como hicieron cuatro cardenales cuando dirigieron al papa Francisco una petición filial para que disipara sus “dubia”, sus “dudas”, sus perplejidades, sobre algunos aspectos ambiguos del capítulo VIII de la Exhortación Amoris laetitia, es decir, aquellos que atañen a la indisolubilidad de un matrimonio sacramente válido, con sus repercusiones en el acceso a los sacramentos de la reconciliación y la comunión eucarística cuando una persona se encuentra en una situación permanente de convivencia conyugal con una pareja que no es el propio cónyuge “en el Señor”.

A continuación surgieron otras ambigüedades. Es perfectamente pertinente responder a la pregunta de un periodista afirmando, fundamentalmente, “Si una persona homosexual busca sinceramente hacer la voluntad de Dios, ¿quién soy yo para juzgar?”. Sin embargo, dado que no está claro cuál es esta voluntad de Dios y cuáles son las consecuencias morales, la opinión pública entiende, de manera errónea, por esta respuesta ambigua, que las prácticas homosexuales ahora están legitimadas por la Iglesia católica. Esto no es verdad.

Del mismo modo, cuando se firma una declaración conjunta, con un alto funcionario del islam, en la que se sugiere que la diversidad de las religiones corresponde a la “voluntad” de Dios, no es suficiente corregir verbalmente la ambigüedad de esta formulación (mientras que el texto publicado permanece igual) diciendo que Dios sencillamente “permite” esta diversidad. Es también necesario subrayar de manera positiva que el diálogo interreligioso no puede socavar la absoluta unicidad de la revelación cristiana, según la cual el Dios Único y Trino nos ofrece su amor salvífico en la persona de Jesús. Esto no nos impide reconocer los semina Verbi (“las semillas” de la Palabra de Dios) o los reliquia Verbi (“restos” de la Palabra) en religiones distintas al judeo-cristianismo.

Con el reciente Sínodo para la Amazonia se han introducido otras ambigüedades, sobre todo en lo que atañe a una determinada veneración de la Pachamama, de la Madre Tierra. Sin embargo, sobre este punto debemos esperar la publicación de la Exhortación post-sinodal. Esperemos que el papa Francisco disipe las ambigüedades de este Sínodo en este documento.

Una de estas ambigüedades tenía que ver precisamente con la cuestión del celibato sacerdotal en la Iglesia católica latina. A este respecto, en comunión con muchos otros obispos, a los que invito a que expresen también su postura firme, concuerdo plenamente con el llamamiento que el cardenal Sarah, en estrecha colaboración con Benedicto XVI, dirige al Soberano Pontífice. Tenemos grandes esperanzas de ser escuchados, porque el papa Francisco ha declarado claramente el apego que siente hacia el celibato sacerdotal en la Iglesia latina. Sin embargo, al prever las excepciones… ¡que por desgracia, como en otras cuestiones, se han universalizado con gran celeridad…!

El motivo manifestado en el libro en cuestión es, por consiguiente, urgentemente actual y perfectamente legítimo. Nunca hay que “atacar” al papa. Al contrario, siempre hay que respetar su persona y su misión. Pero a veces es necesario y lícito “rogar” y pedir “aclaraciones”. Lo que hacemos.

André Léonard, arzobispo emérito de Malinas-Bruselas.

Publicado por Marco Tosatti en Stilum Curiae.

Traducido por Verbum Caro en InfoVaticana.
Soley y un usuario más enlazaron a esta publicación
vgg
Vg2:Estoy seguro de que el Papa respetará el celibato. Porque el celibato da el sentido religioso que posee este Sacramento.
Soley
Arzobispo Léonard se une a Sarah y Benedicto XVI para rogarle al Papa Francisco. Es decir que todos reconocen a Francisco como Papa. CISMA NO
DEFENSA DE LA FE
CADA DIA SE UNEN MAS A LA PEQUEÑA GREY EXCELENTE ARZOBISPO LEONARD.
Y LOS DEMAS OBISPOS CARDENALES Y SACERDOTES PERROS MUDOS DONDE ESTAN
Soley
Arzobispo Léonard se une a Sarah y Benedicto XVI, le ruegan al Papa Francisco. Léonard: "Su activa contribución al libro del cardenal Sarah no es, en absoluto, un “ataque” al papa Francisco. Ni Benedicto XVI ni el cardenal Sarah le están criticando, sino que le han dirigido al papa actual una “súplica” en espíritu filial, sin quitar nada a la obediencia que le deben. Exactamente como hicieron …Más
Arzobispo Léonard se une a Sarah y Benedicto XVI, le ruegan al Papa Francisco. Léonard: "Su activa contribución al libro del cardenal Sarah no es, en absoluto, un “ataque” al papa Francisco. Ni Benedicto XVI ni el cardenal Sarah le están criticando, sino que le han dirigido al papa actual una “súplica” en espíritu filial, sin quitar nada a la obediencia que le deben. Exactamente como hicieron cuatro cardenales cuando dirigieron al papa Francisco una petición filial para que disipara sus “dubia”, sus “dudas”, sus perplejidades, sobre algunos aspectos ambiguos del capítulo VIII de la Exhortación Amoris laetitia..."
adeste fideles DEFENSA DE LA FE CISMA NO