Los empleados del Vaticano dan la voz de alarma sobre las finanzas de la Santa Sede
La semana pasada, el Vaticano anunció un superávit presupuestario de 1,6 millones de euros, su primer resultado positivo tras años de déficit, un hecho presentado como signo de progreso.
Sin embargo, la ADLV sostiene que la información divulgada sigue siendo parcial e insuficiente.
Los empleados afirman que preferirían que el Vaticano publicara regularmente presupuestos completos y certificados -tanto los previstos como los definitivos- acompañados de documentación detallada, en lugar de basarse en presentaciones de diapositivas visualmente atractivas que carecen de la profundidad necesaria para una evaluación seria.
Como señala la ADLV, es difícil creer en una auténtica recuperación financiera cuando siguen faltando datos esenciales.
Superávit impulsado por las donaciones y las ganancias del mercado
Según la asociación, el superávit no es el resultado de reformas estructurales ni de una mejora de la gestión interna. Por el contrario, fue impulsado en gran medida por el aumento de las donaciones externas y los resultados excepcionalmente favorables del mercado financiero en los dos últimos años.
Incluso los funcionarios del Vaticano han reconocido que las ganancias del mercado desempeñaron un papel desproporcionado. Como resultado, los empleados temen que el déficit estructural subyacente siga sin resolverse.
La gestión inmobiliaria representa ahora aproximadamente el 50% de los ingresos generados internamente por el Vaticano, con un incremento de 6,1 millones de euros, pero los gastos de mantenimiento han aumentado aún más bruscamente, en 11 millones de euros.
El Vaticano necesita racionalizar la plantilla
Otra gran preocupación se refiere al aumento de los gastos de personal.
Los trabajadores piden que se aclare si este aumento está vinculado a los salarios más altos de los directivos y ejecutivos.
La mayoría de los empleados del Vaticano, señala la ADLV, no han recuperado el poder adquisitivo perdido por el aumento constante de los precios. Los salarios están efectivamente congelados desde 2008, no se ha restablecido el incremento salarial prometido de dos años y el verdadero estado del fondo de pensiones del Vaticano sigue sin revelarse.
La ADLV insiste en que la Santa Sede debe emprender una revisión exhaustiva de las estructuras de personal, las funciones de los puestos y las prácticas de contratación, tal y como exige el nuevo Reglamento General de la Curia Romana.
Los observadores realistas sostienen que, en última instancia, el Vaticano tendrá que racionalizar su plantilla para lograr la sostenibilidad financiera.
Traducción IA