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Bienvenido el abuso de menores: castración química a los menores

El año pasado, el Hospital Universitario Karolinska, en Suecia, detuvo abruptamente la castración química de niños menores de 16 años.

Estos niños – ¡440 en total! - sufrieron lesiones con bloqueadores de la pubertad, principalmente niñas a quienes se les dijo que podían convertirse en “niños”.

El 23 de marzo, el sitio web Tempi.it da el ejemplo de una niña cuyos médicos la destruyeron durante años con hormonas, desde que tenía 11 años. Sufría de un dolor insoportable de espalda y cadera, osteoporosis, fracturas de huesos, cambios vertebrales, intentó suicidarse varias veces. Al menos otros doce niños padecieron un destino similar.

Los efectos secundarios de la castración química son el daño hepático, la densidad ósea reducida, el estado mental alterado, el aumento de peso de más de 25 kilos al año, crecimiento interrumpido en altura, autolesiones, trastornos obsesivo-compulsivos y psiquiátricos, y cambios irreversibles en el tono de voz.

Se informó de padres que se negaron a aceptar las mutilaciones. A una familia incluso le quitaron un niño.

En febrero, la Junta Nacional de Salud y Bienestar de Suecia retiró sus recomendaciones para las castraciones químicas de niños, a las que antes había etiquetado como “seguras y verificadas”.

En 2020, más de 2500 británicos muy jóvenes, en su mayoría niñas, se sometieron a la castración química. Otros 4.600 estaban en lista de espera. Alrededor de un tercio de ellos padecía autismo y otras formas de neurodiversidad.

Imagen: © Ted Eytan, CC BY-SA, #newsJttxyenjxu