Lo que está en extinción es la iglesia bergogliana-masónica que tiene secuestrada a la Iglesia Católica cada vez más disminuida por sus captores. Estamos en la prueba final -Catecismo 675- viviendo la impostura religiosa que es la farsa bergogliana, antes de la venida de Cristo. Los católicos estamos en el desierto, orando por la verdad y la vida.