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Francisco sobre un ateo: “estoy seguro que él está en el cielo”

Al visitar el 15 de abril la parroquia de Corviale, el papa Francisco encontró a un muchacho llamado Emanuele, quien se acercó a Francisco y le dijo: “mi papá murió, él era grande y era ateo, pero bautizó a sus hijos, aunque no creía. ¿Mi padre está en el cielo?”

Francisco le contestó con una pregunta retórica: “¿Dios, quien tiene el corazón de un padre, sería capaz de abandonar a un padre no creyente que bautizó a sus hijos?”

Y: “Dios tiene el corazón de un padre, tu padre fue un buen hombre, él está en el cielo con Él, estoy seguro”.

Según Mc 16, 16, “el que no cree será condenado”.

#newsRejkhrdoll

06:23
jose moctezuma
me gustan mucho estos ateos no creen pero obedecen a DIOS, por sus frutos los conocereis sus frutos son sus hijos buenos catolicos, ME RECUERDA A SAN AGUSTIN.....
Sofia M
Osea...
Según ustedes le tuvo que decir que el Papá, está quemándose en el infierno? Esa sería su respuesta “correcta” @es.news
Lucas 18:9-14:
9 A unos que alardeaban de su propia rectitud y despreciaban a todos los demás, Jesús les contó esta parábola:
10 — En cierta ocasión, dos hombres fueron al Templo a orar. Uno de ellos era un fariseo, y el otro un recaudador de impuestos. 11 El fariseo …More
Osea...
Según ustedes le tuvo que decir que el Papá, está quemándose en el infierno? Esa sería su respuesta “correcta” @es.news
Lucas 18:9-14:
9 A unos que alardeaban de su propia rectitud y despreciaban a todos los demás, Jesús les contó esta parábola:
10 — En cierta ocasión, dos hombres fueron al Templo a orar. Uno de ellos era un fariseo, y el otro un recaudador de impuestos. 11 El fariseo, plantado en primera fila, oraba en su interior de esta manera: “¡Oh Dios! Te doy gracias porque yo no soy como los demás: ladrones, malvados y adúlteros. Tampoco soy como ese recaudador de impuestos. 12 Ayuno dos veces por semana y pago al Templo la décima parte de todas mis ganancias”. 13 En cambio, el recaudador de impuestos, que se mantenía a distancia, ni siquiera se atrevía a levantar la vista del suelo, sino que se golpeaba el pecho y decía: “¡Oh Dios! Ten compasión de mí, que soy pecador”. 14 Os digo que este recaudador de impuestos volvió a casa con sus pecados perdonados; el fariseo, en cambio, no. Porque Dios humillará a quien se ensalce a sí mismo; pero ensalzará a quien se humille a sí mismo.