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Salmo 3

Ant 3. Salgamos con corazón limpio a recibir al Rey supremo, porque está para venir y no tardará. Salmo 3 - CONFIANZA EN MEDIO DE LA ANGUSTIA. Señor, cuántos son mis enemigos, cuántos se levantan …Más
Ant 3. Salgamos con corazón limpio a recibir al Rey supremo, porque está para venir y no tardará.
Salmo 3 - CONFIANZA EN MEDIO DE LA ANGUSTIA.
Señor, cuántos son mis enemigos, cuántos se levantan contra mí; cuántos dicen de mí: «ya no lo protege Dios.» Pero tú, Señor, eres mi escudo y mi gloria, tú mantienes alta mi cabeza. Si grito invocando al Señor, él me escucha desde su monte santo. Puedo acostarme y dormir y despertar: el Señor me sostiene. No temeré al pueblo innumerable que acampa a mí alrededor. Levántate, Señor; sálvame, Dios mío: tú golpeaste a mis enemigos en la mejilla, rompiste los dientes de los malvados. De ti, Señor, viene la salvación y la bendición sobre tu pueblo.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Salgamos con corazón limpio a recibir al Rey supremo, porque está para venir y no tardará.
V. Levantaos, alzad la cabeza.
R. Se acerca vuestra liberación.
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Absalón, el hijo ingrato y rebelde, había colocado a David en las más penosas angustias de modo que el padre, abandonado, tuvo que huir de Jerusalén …Más
Absalón, el hijo ingrato y rebelde, había colocado a David en las más penosas angustias de modo que el padre, abandonado, tuvo que huir de Jerusalén con algunos fieles (II Rey. Caps 15-18). Mi escudo, es expresión grata a David para decir que su única defensa es el Señor. (Cf. S. 5, 13). El Santo Rey perdona a su pueblo infiel e implora sobre él la bendición de Dios. Ejemplo de amor a los enemigos (Cf. S. 7, 5 Y Mat. 5, 43).
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Salmo 2

Ant 2. Alégrate y goza, hija de Jerusalén: mira a tu Rey que viene. No temas, Sión, tu salvación está cerca. Salmo 2 - EL MESÍAS, REY VENCEDOR. ¿Por qué se amotinan las naciones, y los pueblos …Más
Ant 2. Alégrate y goza, hija de Jerusalén: mira a tu Rey que viene. No temas, Sión, tu salvación está cerca.
Salmo 2 - EL MESÍAS, REY VENCEDOR.
¿Por qué se amotinan las naciones, y los pueblos planean un fracaso?
Se alían los reyes de la tierra, los príncipes conspiran contra el Señor y contra su Mesías: «rompamos sus coyundas, sacudamos su yugo.» El que habita en el cielo sonríe, el Señor se burla de ellos. Luego les habla con ira, los espanta con su cólera: «yo mismo he establecido a mi Rey
en Sión, mi monte santo». Voy a proclamar el decreto del Señor; él me ha dicho: «Tú eres mi hijo: yo te he engendrado hoy. Pídemelo: te daré en herencia las naciones, en posesión los confines de la tierra: los gobernarás con cetro de hierro, los quebrarás como jarro de loza.» Y ahora, reyes, sed sensatos; escarmentad los que regís la tierra: servid al Señor con temor, rendidle homenaje temblando; no sea que se irrite, y vayáis a la ruina, porque se inflama de pronto su ira. ¡Dichosos los que se …Más
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Lagrange lo llama “el salmo mesiánico por excelencia” Denuncia el pensamiento de los enemigos que se estimulan unos a otros con palabras jactanciosas …Más
Lagrange lo llama “el salmo mesiánico por excelencia” Denuncia el pensamiento de los enemigos que se estimulan unos a otros con palabras jactanciosas. (Cf. Jer. 2, 20; 5, 5; Mat. 12, 14; Juan 11, 47 ss. Y especialmente Hech. 4, 25-28). Este salmo es correlativo con el 109, los apóstoles lo citan como vaticinio hecho “por boca de David” (Hech. 4, 25) y así lo ha declarado la comisión Bíblica (Denz. 2133).
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Salmo 1

Ant 1. Mirad, viene ya el Rey excelso, con gran poder, para salvar a todos los pueblos. Aleluya. Salmo 1 - LOS DOS CAMINOS DEL HOMBRE Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni entra …Más
Ant 1. Mirad, viene ya el Rey excelso, con gran poder, para salvar a todos los pueblos. Aleluya.
Salmo 1 - LOS DOS CAMINOS DEL HOMBRE
Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni entra por la senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los cínicos; sino que su gozo es la ley del Señor, y medita su ley día y noche.
Será como un árbol plantado al borde de la acequia: da fruto a su tiempo y no se marchitan sus hojas; y cuanto emprende tiene buen fin.
No así los impíos, no así; serán paja que arrebata el viento. En el juicio los impíos no se levantarán, ni los pecadores en la asamblea de los justos; porque el Señor protege el camino de los justos, pero el camino de los impíos acaba mal.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Mirad, viene ya el Rey excelso, con gran poder, para salvar a todos los pueblos. Aleluya.
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San Jerónimo llama a este primer Salmo “el prólogo del Espíritu Santo al Libro de los Salmos”, porque aquí se traza el camino que conduce a la …Más
San Jerónimo llama a este primer Salmo “el prólogo del Espíritu Santo al Libro de los Salmos”, porque aquí se traza el camino que conduce a la felicidad. Este consiste en seguir las normas que para ello nos da Dios. Dios asegura aquí la fecundidad con una sola condición: meditar constantemente las divinas palabras, las cuales son más dulces que la miel (s. 118,103) y nos capacitan para toda obra buena (II Tim. 3, 16-17).