Oración por N. S. P. el Papa
Oh Jesús, jefe invisible de la Santa Iglesia, conservad y conducid a aquel que le habéis dado por jefe visible sobre la tierra; llenadlo de la plenitud de vuestro Espíritu, para que pueda dirigir con acierto la barca agitada de Pedro a través de los escollos que la rodean por todas partes.
Escuchad los deseos de su corazón, y que vuestra gracia secunde todas las intenciones de su fe.
Haced que esta fe, firme e inalterable en vuestras divinas promesas, aligere el peso de tantas inquietudes, y dulcifique la amargura que causan las ingratitudes y crímenes de gran número de sus hijos.
Haced, oh Dios mío, que la verdad, de la cual la Iglesia es depositaria, y que no puede perecer, disipe todos los errores, esclarezca las conciencias de los reyes y de los pueblos para que según palabra vuestra: no haya más que un solo redil y un solo pastor.
Y vos, oh María, Virgen Inmaculada, Madre y Soberana de la Iglesia, colmad de vuestros más señalados favores al santo y venerable Pontífice que la gobierna en estos tiempos difíciles, y en recompensa de su celo ardiente en propagar vuestro culto y en multiplicar los homenajes que se os rinden por toda la redondez de la tierra obtened de vuestro divino Hijo la gracia más anhelada por su corazón: la conversión de sus hijos extraviados. Amén.