Evangelio del día Juan 8, 31-42. del 2018-03-21 con Mons. Fabio Martínez Castilla. #EvangelioDelDia El Señor nos invita mantenernos a su palabra… Cita Bíblica: Juan 8, 31-42. V semana de Cuaresma …Más
Evangelio del día Juan 8, 31-42. del 2018-03-21 con Mons. Fabio Martínez Castilla.
#EvangelioDelDia El Señor nos invita mantenernos a su palabra… Cita Bíblica: Juan 8, 31-42. V semana de Cuaresma Miércoles 21 de Marzo de 2018 Mons. Fabio Martínez Castilla, Arzobispo de Tuxtla “Comunicados con Cristo, para Comunicar a Cristo…
#EvangelioDelDia El Señor nos invita mantenernos a su palabra… Cita Bíblica: Juan 8, 31-42. V semana de Cuaresma Miércoles 21 de Marzo de 2018 Mons. Fabio Martínez Castilla, Arzobispo de Tuxtla “Comunicados con Cristo, para Comunicar a Cristo…
Angelo Lopez
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Juan 8,31-42: Si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres. Únicamente el Hijo de Dios revela la verdad que libera de la esclavitud del pecado. Ser hijos de Abrahán no es cuestión de raza, sino de ser, como él, justo y creyente. Ser hijos de Abrahán es, en concreto, ser hijos de Dios por la fe en Cristo. Al no creer, los judíos manifiestan que no son sino hijos del diablo. La presunción …Más
Juan 8,31-42: Si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres. Únicamente el Hijo de Dios revela la verdad que libera de la esclavitud del pecado. Ser hijos de Abrahán no es cuestión de raza, sino de ser, como él, justo y creyente. Ser hijos de Abrahán es, en concreto, ser hijos de Dios por la fe en Cristo. Al no creer, los judíos manifiestan que no son sino hijos del diablo. La presunción de ser hijos de Abrahán es tan infundada como la de ser libres cuando se es esclavo del pecado. San Agustín dice:
«Eres, al mismo tiempo, siervo y libre, dice San Agustín: siervo porque fuiste hecho, libre porque eres amado de Aquel que te hizo, y también porque amas a tu Hacedor» (Coment. al Salmo 99,7).
La libertad que Cristo nos ha otorgado consiste ante todo en la liberación del pecado (Rom 6,14-18) y en consecuencia, de la muerte eterna, y del dominio del demonio; nos hace hijos de Dios y hermanos de los demás hombres (Col 1,19-22). Esta libertad inicial, adquirida en el bautismo, ha de ser desarrollada luego con la ayuda de la gracia.
«Eres, al mismo tiempo, siervo y libre, dice San Agustín: siervo porque fuiste hecho, libre porque eres amado de Aquel que te hizo, y también porque amas a tu Hacedor» (Coment. al Salmo 99,7).
La libertad que Cristo nos ha otorgado consiste ante todo en la liberación del pecado (Rom 6,14-18) y en consecuencia, de la muerte eterna, y del dominio del demonio; nos hace hijos de Dios y hermanos de los demás hombres (Col 1,19-22). Esta libertad inicial, adquirida en el bautismo, ha de ser desarrollada luego con la ayuda de la gracia.