Ninguna verdad es, sòlo hay una y todo ha de ser tamizado por esta. LA VERDAD, EL CAMINO Y LA LUZ, es la verdad verdadera y a su luz y visto bueno si hay verdad si no, no es, es nada, pues la decisiò de ser, hacer y proveer es suya y aùn cuando se quiera suplantar por sobre esto no hay nada y lo que se crea sin pasarlo bajo esta lupa simplemente es engaño o autoengaño. Cuidado por la plata baila el perro y cuantos hemos y cuànto nos han hecho bailar al batir de su cola. Que tristeza supliquemos al cielo al Altisimo por sabiduria, discernimiento, fortaleza pues estamos demasiado ciegos nos urge ver.

De unos pocos dias para acà veo aun cuando no sè còmo o de dònde, entiendo que hay un centro importantìsimo en cuyo rededor debe girar la cristiandad y que a su vez la cristiandad debe invitar a los otros hermanos a girar en su torno y es la EUCARISTIA que nos une a nivel universal, que nos fortalece ante el mundo que nos contiene, y que gracias a ello no puede digerirnos y que sin ello estarìamos condenados a ser devorados hasta los tuetanos por su obsena obscuridad.

La EUCARISTIA es lo que genera en nuestra escencia el conocimiento de estar en el mundo sin pertenecerle, que somos de un talante opuesto, ùnico, indivisible, fuerte, capaz de embatir el mal so pena de la existencia corporea, pasajera, que encierra la existencia del alma, del espìritu, existencia eterna que debe ser nuestra esperanza y certeza de que desde ella llegtarem a la felicidad completa en unicidad con un Dios Trino y Perfecto que nos ama en Alfa y Omega, es decir conteniendonos en su amor, pues Êl nos ama primero, nos ama entre el principio y el fin, a pesar de lo que "seamos" y nos amarà despuès, asì nos inmerse en su agua clara y purificadora que nos iza sobre la fatuidad del mundo que nos engaña y pone escamas de colores rutilantes en nuestros ojos para impedirnos ver.

Nuestro Padre se apiade y nos siga dando fortaleza para elegirlo sin dudar aùn cuando hagan de todo para impedìrnoslo. Se ve que ha lleado la hora de elegirlo por sobre nuestra propia vida o la de nuestros màs caros congèneres de estos ejemplos hay varios en la Palabra. Ademàs JESUCRISTO nos eligio o nos reeligiò con su carne, con su sangre, con hasta la ùltima gota de lìquido de su ser, làgrimas, aùn puso para nosotros su escencia Divina para que elijamos ser salvos, nosotros, cada uno en nuestro fuero interno fortalecemos esta semilla y elegimos igual con sangre, làgrimas, carne ser de Èl. ¡¡ FUERZA, AMOR Y PAZ TENEMOS UNA MORADA EN EL CIELO.!!!