La Armada de Estados Unidos acusó a cuatro soldados por el asesinato de un sargento en el 2017. Los sospechosos estrangularon supuestamente a su víctima después de irrumpir en su habitación mientras él estaba durmiendo.
Esta es la forma en la que el vocero de la Armada estadounidense, el capitán Jason Salata, comentó sobre el crimen: “No permitiremos denuncias o incidentes fundamentados de mala conducta que erosionen décadas de logros honorables por parte de miembros del [altamente cuestionado] Comando de Operaciones Especiales de Estados Unidos”.
Hay que comparar esto con la débil reacción de los obispos católicos frente a una “crisis de abusos” artificialmente creada.
Después de la publicación del turbio Informe del Gran Jurado de Pennsylvania, el papa Francisco mismo se sumergió en la “ vergüenza” y afirmó que “no será suficiente ningún esfuerzo que se haga para pedir perdón y buscar reparar el daño infligido” [¡sic!]
Walter Brandmüller, el cardenal de los Dubia, concluyó que los …Más