Un cierto "número de cardenales" le pidió supuestamente al papa Francisco que despidiera al cardenal Gerhard Müller como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, informa la radical revista jesuita America. Según America, ellos apuñalaron por la espalda a Müller porque “en varias ocasiones había disentido públicamente o él mismo se había distanciado de las posiciones controvertidas del Papa”, en especial en lo que se refiere a Amoris Laetitia.
Es un extraño argumento, dado que en muchas ocasiones Francisco ha enfatizado que él está a favor de la sinodalidad y de una pluralidad de opiniones e interpretaciones de Amoris Laetitiae.
America cree que bajo su nuevo prefecto, el arzobispo Luis Ladaria, la Congregación está “remando con el Papa y no contra él en temas claves, incluyendo la interpretación de 'Amoris Laetitia,' la sinodalidad y la cooperación con la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores".
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