Meditación para la víspera de Pentecostés
SÁBADO VÍSPERA DE PENTECOSTÉS
Día de
llamado PRÁCTICO:
Iniciar el día reparando al Espíritu Santo por las faltas que todos hayan podido cometer desde el Día de la Ascensión ; Estáis todos a punto de poseer el más preciado de todos los tesoros; redoblen vuestras oraciones, vuestros deseos y vuestro fervor para atraer al Espíritu Santo dentro de vosotros; di frecuentemente: Espíritu Santo, atráeme hacia ti; Espíritu Santo, hazme digno de atraerte hacia mí.
MEDITACIÓN:
1er punto. En la atracción del Espíritu Santo, debemos considerar la acción de Dios Todopoderoso sobre nuestra alma, por la cual la atrae hacia sí, y nuestra cooperación para responder a esta atracción y atraerla a nuestra vez en Nosotros. Dios nos había prometido a través del profeta Oseas (Cap. 11) que nos atraería hacia sí con los dulces lazos de la caridad; y dice en Jeremías (Cap. 13): Con amor eterno os he amado; por eso os atraí por la compasión que tuve de vosotros. Jesucristo antes de morir dijo a sus apóstoles: Cuando sea levantado en la cruz, atraeré todas las cosas hacia mí (Juan). No hay nadie que no tenga su atractivo particular; pero son muy pocos los que tienen la fidelidad suficiente para responder a ella. Uno tiene su atracción por la vida interior, por la oración; éste, por penitencia; éste, para obras de caridad. De la fidelidad para seguir nuestra atracción depende nuestro avance en la virtud y, a veces, incluso nuestra salvación eterna. Si no eres fiel en seguirlo, teme que el Espíritu Santo ya no hable a tu corazón. Recita frecuentemente con la novia los cánticos sagrados: Llévame tras ti, oh celestial esposo, y correremos al ardor de tus perfumes.
2do punto. Aunque el Espíritu Santo siempre nos advierte, quiere sin embargo que lo secundemos con todos nuestros esfuerzos y cooperemos a sus favores divinos. El que nos hizo sin nosotros, dice San Agustín, no nos salvará sin nosotros. Quiere que lo llamemos; escucha con agrado nuestras oraciones, y escucha incluso, dice el profeta, los preparativos de nuestro corazón (Salmo 118). Se deja seducir, todo Dios que es, hasta la negra nada; este Todopoderoso se deja desarmar por la voz de su criatura; viene a visitarla y disfruta conversando y estando con ella. Promete al Espíritu Santo ser fiel hasta la muerte a todas sus inspiraciones, atento a su voz, valiente para seguir sus movimientos divinos, dócil para dejarte conducir sólo por él, éste es el modo de atraerlo hacia ti y conservarlo cuando he tenido el placer de recibirlo.
SENTIMIENTOS:
Perdóname, oh Dios mío, por todas mis infidelidades pasadas; hazme sentir toda la fuerza de tu divina atracción; rompe mis cadenas; atráeme poderosamente hacia ti, estoy resuelto a serte fiel de ahora en adelante; hazme digno de atraerte hacia mí; Inclínate los cielos, y desciende a mi nada; déjate atraer por tu criatura que te desea ardientemente; Te recibiré con alegría, te escucharé con atención, te obedeceré con respeto y te preservaré con fidelidad hasta el último aliento de mi vida.
FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO
Paz
El Espíritu Santo no puede tolerar los problemas, especialmente los que provienen de pasiones y pecados que nunca dejan en paz al alma; sólo desciende sobre las almas pacíficas, tranquilas y descansadas; y cuando desciende, perfecciona esta paz, y la establece tan perfectamente en el alma, que es para ella un fruto delicioso del que se alimenta y que nunca abandona, cualquiera que sea la desgracia que le suceda. Examina si tienes esta paz con Dios, con tu prójimo y contigo mismo. Trabaja para adquirirlo y pídelo con gran ardor al Espíritu Santo.
tomado del excelente blog católico : le-petit-sacristain.blogspot.com