El cardenal Call-Me-John se presentó como empresario
Dew, que vestía como un hombre de negocios, subió al escenario junto con una mujer mayor a la que el sitio web NZCatholic.org.nz identificó el 24 de noviembre como “Hermana Sue France, RSM” y el laico Paul Flanagan. Al estilo de la Gran Revolución Cultural Proletaria de Mao (1966-1976), hicieron primero algunas autoacusaciones.
En el contexto del ataque del Estado contra el secreto de confesión, Dew declaró que, en todos sus años como sacerdote, nunca se le reveló un abuso sexual durante la confesión.
Los propagandistas de las llamadas “víctimas”/abusos abandonaron la sala cuando -presumiblemente a propósito- interpretaron esta declaración como si Dew hubiera dicho que nunca había llegado a su conocimiento ninguna denuncia de abuso.
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