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“He matado a más gente que Ted Bundy”

Una asesina más grande que Ted Bundy. Kathi Aultman repite a menudo en sus entrevistas: “He matado a más gente que Ted Bundy”, el asesino serial estadounidense. Ahora, Aultman, antigua abortista, es una figura destacada en el escenario provida estadounidense. Cuando era niña solía disecar peces tras las excursiones de pesca con su padre, un predicador metodista. Le pedía a su madre que trajera a casa corazones, hígados y riñones de animales, para poder estudiarlos a fondo. Más tarde, Aultman estudió medicina. Estaba a punto de ir a la universidad en Nueva Jersey cuando quedó embarazada y abortó. Esta experiencia la llevó a la ginecología, y aprendió a realizar abortos tempranos, tardíos y de “desmembramiento”.

Lucrativo. Realizar abortos era muy lucrativo. Cuando se graduó en la universidad de Florida en 1978 trabajó como abortista de fin de semana, ganando más dinero del que hubiera ganado trabajando en la sala de emergencias. Realizó abortos estando ella misma embarazada. Nunca una madre acudió a abortar a causa de una violación o por un embarazo que pusiera en peligro su vida. Todas las mujeres, sin excepción, adujeron razones relacionadas con su “salud psicológica”. La única vez que Aultman cuestionó su trabajo fue cuando tuvo que cubrir turnos en la unidad de cuidados intensivos neonatales, donde intentaba salvar a bebés de la misma edad que los que abortaba.

Un asesino. Tres experiencias la hicieron despertar. Reconoció a una joven madre a la que ya había practicado tres abortos. Aultman se negó a realizar el cuarto aborto, pero la administración le dijo que estaba bien que procediera. Aultman se oyó a sí misma responder: “Por supuesto que le parece bien, usted no es la que mata”. La segunda vez preguntó a una madre si quería ver al bebé abortado y recibió la respuesta: “No, sólo quiero matarlo”. La tercera vez estuvo con una madre que lloró antes, durante y después del procedimiento. Esa fue la última vez que Aultman realizó un aborto.

El bebé ahogado. Como médica, Aultman tuvo que atender a madres que abortaron y que sufrieron graves complicaciones, como hemorragias e infecciones que ponían en peligro su vida. El Estado mantiene en secreto el número exacto. Ella recuerda a una madre que fue llevada a la sala de emergencias a causa de complicaciones de un aborto tardío. La mantuvieron en una habitación fría toda la noche sin manta durante la inducción. A la mañana siguiente se vio obligada a dar a luz en un cuarto de baño, viendo cómo se ahogaba su bebé aún vivo.

Publicado originalmente en inglés el 21 de octubre de 2021, en “I Killed More People Than Ted Bundy”