Una mentira en el documento "dignidad infinita"
En la breve nota que publicamos aquí en gloria.tv comentando el último documento “dignidad infinita”, advertimos sobre una mentira que aparece en el texto.
Dos palabras que no debieron ser dichas
En la presenten nota, procuraremos mostrar de qué se trata.
En un párrafo de “dignidad infinita” que ahora transcribimos, se cita al Papa San Juan Pablo II en un encuentro con personas que sufrían ciertas limitaciones o discapacidades. He aquí el párrafo:
“Esta dignidad de todos los seres humanos puede, de hecho, entenderse como “infinita” (dignitas infinita), como afirmó San Juan Pablo II en un encuentro con personas que sufrían ciertas limitaciones o discapacidades. (S. Juan Pablo II, Ángelus con personas con discapacidad en la Iglesia Catedral de Osnabrück (16 noviembre 1980): Insegnamenti III/2 (1980), 1232.)
Ángelus, 16 de noviembre de 1980, Viaje apostólico a la República Federal de Alemania | Juan Pablo II
Ahora bien, en la alocución de San Juan Pablo II, la palabra “dignidad”, figura en dos oportunidades.”
La primera: “Este amor es el fundamento de nuestra esperanza y el aliento de nuestra vida. Dios nos ha mostrado de un modo insuperable en Jesucristo cuánto ama a cada hombre y cuán inmensa es la dignidad que a través de Él le ha conferido.”
La segunda: “¿Estás dispuesto a realizar en todas las circunstancias de tu vida y en tu comportamiento como verdadero cristiano con plena conciencia de fe, la dignidad que Dios te ha concedido, o prefieres desperdiciarla delante de Dios en una vida de superficialidad y de falta de responsabilidad, de culpa y de pecado?”
Debemos agregar que la palabra “infinita” no aparece en todo el texto.
Conclusión: Si no nos estamos equivocando, esto se trata de una mentira. Las opciones para entender de alguna manera esto, serían las siguientes:
1. ¿Para vincular y sostener el documento “dignidad infinita” en la autoridad de San Juan Pablo II? No lo sabemos.
2. ¿Por descuido y simple equivocación? Tuvieron cinco años para la elaboración del texto. Tiempo más que suficiente para chequear y verificar las citas.
Si a alguno se le ocurre una tercera opción, puede proponerla en los comentarios.
Dos palabras que no debieron ser dichas
En la presenten nota, procuraremos mostrar de qué se trata.
En un párrafo de “dignidad infinita” que ahora transcribimos, se cita al Papa San Juan Pablo II en un encuentro con personas que sufrían ciertas limitaciones o discapacidades. He aquí el párrafo:
“Esta dignidad de todos los seres humanos puede, de hecho, entenderse como “infinita” (dignitas infinita), como afirmó San Juan Pablo II en un encuentro con personas que sufrían ciertas limitaciones o discapacidades. (S. Juan Pablo II, Ángelus con personas con discapacidad en la Iglesia Catedral de Osnabrück (16 noviembre 1980): Insegnamenti III/2 (1980), 1232.)
Ángelus, 16 de noviembre de 1980, Viaje apostólico a la República Federal de Alemania | Juan Pablo II
Ahora bien, en la alocución de San Juan Pablo II, la palabra “dignidad”, figura en dos oportunidades.”
La primera: “Este amor es el fundamento de nuestra esperanza y el aliento de nuestra vida. Dios nos ha mostrado de un modo insuperable en Jesucristo cuánto ama a cada hombre y cuán inmensa es la dignidad que a través de Él le ha conferido.”
La segunda: “¿Estás dispuesto a realizar en todas las circunstancias de tu vida y en tu comportamiento como verdadero cristiano con plena conciencia de fe, la dignidad que Dios te ha concedido, o prefieres desperdiciarla delante de Dios en una vida de superficialidad y de falta de responsabilidad, de culpa y de pecado?”
Debemos agregar que la palabra “infinita” no aparece en todo el texto.
Conclusión: Si no nos estamos equivocando, esto se trata de una mentira. Las opciones para entender de alguna manera esto, serían las siguientes:
1. ¿Para vincular y sostener el documento “dignidad infinita” en la autoridad de San Juan Pablo II? No lo sabemos.
2. ¿Por descuido y simple equivocación? Tuvieron cinco años para la elaboración del texto. Tiempo más que suficiente para chequear y verificar las citas.
Si a alguno se le ocurre una tercera opción, puede proponerla en los comentarios.
