“Comenzamos a llorar, las lágrimas rodaban porque las emociones eran incontrolables”, dijo el 22 de julio el cardenal Malcolm Ranjith a la sección alemana de Vatican News respecto a su encuentro con el papa Francisco un mes atrás.
¿El motivo para el fluir de los sentimientos? Ranjith le contó a Francisco sobre las bombas del 21 de abril en Sri Lanka el día de Pascua, cuando 259 personas perdieron sus vidas y al menos 500 fueron heridas.
Según Ranjith, el gobierno hace pocos esfuerzos para investigar el caso, también para ocultar sus defectos.
En el 2005, Benedicto XVI designó a Ranjith como secretario de la Congregación para la Liturgia y la Disciplina de los Sacramentos. Rápidamente Ranjith se convirtió en líder de la tan aconsejada reforma litúrgica de Benedicto.
Pero después de menos de cuatro años, Benedicto retrocedió y envió a Ranjith a Sri Lanka.
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