Francisco va a por Viganó
En un correo electrónico, se le informó de "la apertura de un proceso penal extrajudicial", acusándole de haber cometido "el delito de cisma". Se le acusa de negar la legitimidad de Francisco, de romper la comunión con él y de rechazar el Concilio Pastoral Vaticano II.
"Estoy citado en el Palacio del Santo Oficio el 20 de junio, en persona o representado por un abogado. Supongo que la condena también está preparada, dado el proceso extrajudicial", escribió.
El arzobispo Viganò considera que las acusaciones contra él son un motivo para sentirse honrado. Califica al Consejo Pastoral Vaticano de cáncer del que la "Iglesia sinodal" de Francisco es una metástasis.
Insta a los obispos, al clero y al pueblo de Dios a no permanecer como espectadores pasivos de la destrucción sistemática de la Iglesia por parte de sus dirigentes.
Durante el mandato de Francisco, escribe, la Iglesia ha sido humillada y desacreditada, en gran parte a causa de los escándalos y la corrupción de las altas esferas de la jerarquía, mientras el autoritarismo vaticano más despiadado hace estragos.
Compara el celo unilateral de Bergoglio con el fanatismo de Cromwell. En la labor de Bergoglio y su círculo se hace realidad la advertencia del Señor, explica Viganò: Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces (Mt 7,15).
"Con ellos tengo el honor de no tener comunión eclesial, ni quiero tenerla", afirma.
Viganó vuelve a repudiar los errores neomodernistas y "los escándalos, errores y herejías de Jorge Mario Bergoglio" y su tiranía autorreferencial.
Traducción IA
