El cardenal Müller insinúa que la cruzada anti Misa de Francisco carece de “prudencia y respeto”
Para él, el sínodo alemán desafía la ley divina y “Marx es responsable” de ello. Müller subraya que Marx, “amigo” de Francisco, quiere delegar en este último la tarea de resolver los problemas alemanes.
El plan de los obispos alemanes es, según Müller, no producir un cisma -que no podrían llevar a cabo ya que su única base de poder son los medios de comunicación oligarcas- sino convertirse en los líderes de la Iglesia de Francisco. Müller se imagina que “todavía hay muchos” católicos alemanes que están “resentidos” con los obispos anticatólicos.
Sobre el Covid-19, el cardenal dijo que era un error permitir que el Estado dictara cómo tratar los sacramentos, y que el Estado es “una autoridad que se ha vuelto autoritaria”.
En cuanto a la inminente abolición de Summorum Pontificum, Müller dijo que “no se puede actuar con autoritarismo ahora, prohibiendo [la Misa]; hace falta prudencia y respeto”. Müller menosprecia la gran renovación que se está llevando a cabo en el Rito Romano como “tendencias” que han sido conciliadas por Benedicto XVI.
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