"En general, los cardenales son hombres sin fe"
Los cardenales son generalmente hombres sin fe.
Están donde están porque han hecho las alianzas y los compromisos adecuados, no por su piedad y santidad de vida.
Lo que quieren es pasarlo bien y disfrutar de su púrpura; ya no temen a Dios, sino sólo a los medios de comunicación, por lo que elegirán a un Papa que no les cause problemas.
Estos problemas surgirían con un Papa marcadamente progresista, o marcadamente conservador, o que, aunque sea moderado, se tome en serio su cargo.
Por lo tanto: "Dejemos la fiesta en paz", dirán los cardenales, "y elijamos a una figura anodina e insignificante".
Así se asegurarán la tranquilidad que ansían, sabiendo como saben que el cristianismo y sus ideales ya están muertos, asesinados por las fuerzas del mundo, que al final triunfaron. No hay más que leer las escalofriantes declaraciones del cardenal Ouellet ("La era del cristianismo ha terminado").
Imagen: © Mazur CC BY-NC-ND, Traducción IA
