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REZANDO JUNTOS. Lucas 15. 1-32. 11 de septiembre. Ciclo C. Oraciòn de dìa, Domingo 11 de septiembre. 24ª TO. San Lucas 15. 1-32. Ciclo Les dirijo un especial saludo, hoy domingo de la 24ª semana del …Más
REZANDO JUNTOS. Lucas 15. 1-32. 11 de septiembre. Ciclo C.

Oraciòn de dìa, Domingo 11 de septiembre. 24ª TO. San Lucas 15. 1-32. Ciclo

Les dirijo un especial saludo, hoy domingo de la 24ª semana del TO. Con la alegría de poder comenzar esta mañana tomados de la mano de Dios, haciendo vivo el dìa de la Resurrecciòn del Señor, dìa de la vida, por eso le decimos.

Estoy delante de Ti, Señor, en este dìa, domingo, quiero renovar mi fe y hacerla crecer, dame esa gracia. Te adoro y reconozco lo grande y bueno que eres conmigo en todo momento. Que mi fe y mi amor me lleven a conocerte, amarte y seguirte siempre.
Hoy vamos a reflexionar en el Evangelio de san Lucas 15, 1-32.
En este dìa me enseñas, còmo se acercaban a tì los publicanos y pecadores, para escucharte, al ver esto los escribas y fariseos murmuraban entre sì diciendo: “Este recibe a los pecadores y come con ellos”.

Al ver esta actitud les enseñas estas parábolas: Quien teniendo cien ovejas, y se le pierde una, deja las 99 y busca a la perdida hasta encontrarla, al encontrarla la carga en sus hombros, lleno de alegría al llegar a casa, invita a amigos y vecinos y les comparte su alegria. Les dices: “Yo les aseguro que también en el cielo habrá más alegría por un pecador que se convierte, que por noventa y nueve justos, que no necesitan convertirse”.

Tambièn les cuentas lo que le pasa a la mujer que teniendo 10 monedas de plata pierde una, enciende la lámpara, la busca hasta encontrarla, luego invita a sus amigas y les dice: ‘Alégrense conmigo, porque ya encontré la moneda que se me había perdido’. Y por último les cuentas la parábola de hijo pròdigo o Padre de las Misericordias, el hijo menor le pide a su Padre la herencia y va y la malgasta en una vida de excesos y fiestas, al perderlo todo, y al verse necesitado reflexiona sobre sì, y arrepentido vuelve a la casa del Padre y le pide perdón, el Padre se alegra y hace una gran fiesta para recibirlo, restituyéndole su dignidad y su lugar en casa. Tu eres ese Pastor, esa mujer y ese Padre, yo soy la oveja, la moneda y el hijo mejor.

En estos tres mensajes, me enseñas, que todos estamos expuestos a perdernos, a alejarnos de tì, como la oveja, la moneda o el hijo menor, sus dueños salen en su búsqueda a excepción del hijo pròdigo que vuelve solo después de un profundo y sereno exàmen de conciencia, pero en las tres parábolas existe una actitud común: el pastor que encuentra a la oveja, la mujer que encuentra la moneda y el padre que recobra a su hijo, los tres se llenan de gozo y alegría y hacen una fiesta. Asì es tu alegría Señor, cuando alejados o perdidos nos encuentras y volvemos a estar contigo. Asì es tu misericordia Señor, no te cansas de buscar, no te cansas de esperar y no estaràs tranquilo hasta encontrarnos y que estemos en tus brazos. Que no me canse de experimentar tu mano amorosa, que sale al paso de mi vida, para encontrarme y abrazarme

Què palabras màs conmovedoras, Jesùs, del hijo que se dice: Me levantaré, volveré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti;’. Y què decir de la actitud del Padre y de sus palabras: cuando lo vio de lejos, se enterneció profundamente, corrió hacia él, y echándole los brazos al cuello, lo cubrió de besos y dijo a sus criados: ‘¡Pronto!, traigan la túnica más rica y vístansela; pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies; traigan el becerro gordo y mátenlo. Comamos y hagamos una fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado’. Ahì estàs Tù que sales siempre a mi encuentro y ahì estoy yo, que me acojo a tu misericordia y perdón.

Mi propósito en este dìa, será agradecer la paciencia de Dios que tantas veces ha salido a mi encuentro y me ha perdonado, por otra parte yo tambièn me alegrarè con Dios cuando una persona alejada se haya acercado a Dios. Serè un puente de misericordia y de perdón entre Dios y los hombres.

Mis queridos niños, què bueno es Jesùs, El siempre como el Buen Pastor sale a buscarnos cuando nos hemos alejado de El, nos tiene mucha paciencia y siempre està dispuesto a perdonarnos, nunca dejemos de pedirle perdón si hemos hecho algo que sabemos que le haya ofendido o entristecido. El hace una gran fiesta por un pecador que se convierte, pidamos siempre por aquellos que están alejados de El.
P. Dennis Doren LC

Rezando juntos
Por: P. Dennis Doren, LC
Elaboración: Sebastian Arrivillaga