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CARACTERÍSTICAS DEL REINO DE DIOS: PARTE - 1 A) Jesús revela progresivamente las características y exigencias del Reino mediante sus palabras, sus obras y su persona. A través de su enseñanza y su …Más
CARACTERÍSTICAS DEL REINO DE DIOS:

PARTE - 1

A) Jesús revela progresivamente las características y exigencias del Reino mediante sus palabras, sus obras y su persona. A través de su enseñanza y su ejemplo, Jesús muestra cómo vivir en sintonía con el propósito y la voluntad de Dios.

Apoyado bíblicamente: "El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el evangelio" (Marcos 1:15).

B) El Reino está destinado a todos los hombres, dado que todos son llamados a ser sus miembros. Jesús se acerca especialmente a aquellos que están al margen de la sociedad, ofreciéndoles su amor y esperanza.

Apoyado bíblicamente: "Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios" (Lucas 6:20).

C) La liberación y la salvación que el Reino de Dios trae consigo alcanzan tanto la dimensión física como espiritual de la persona humana. Jesús realiza numerosas curaciones como muestra de su compasión y poder para sanar.

Apoyado bíblicamente: "Y recorría Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, predicando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo" (Mateo 4:23).

D) El Reino de Dios transforma las relaciones humanas a medida que las personas aprenden a amarse, perdonarse y servirse mutuamente. Jesús enfatiza el mandamiento del amor como el núcleo del Reino.

Apoyado bíblicamente: "Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Mateo 22:37-39).

E) Jesús da un mandamiento nuevo a sus seguidores: amarse unos a otros como él los ha amado. El amor sacrificial de Jesús por la humanidad se manifiesta en su entrega en la cruz.

Apoyado bíblicamente: "Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado" (Juan 15:12).

F) El Reino de Dios busca la comunión de todos los seres humanos entre sí y con Dios. Es un llamado a vivir en armonía, reconociendo que todos somos hijos de Dios y estamos conectados en un propósito común.

Apoyado bíblicamente: "Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste" (Juan 17:21).

G) El Reino de Dios no solo es relevante para las personas, sino también para la sociedad y el mundo en su totalidad. Trabajar por el Reino implica reconocer y promover el plan divino de transformación y redención en todas las esferas de la vida.

Apoyado bíblicamente:

"Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo" (Mateo 5:13-14).

H) Construir el Reino implica trabajar por la liberación del mal en todas sus formas. Es un llamado a luchar contra la injusticia, la opresión y todas las manifestaciones de pecado que se oponen al plan de Dios.

Apoyado bíblicamente: "No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor" (Romanos 12:19).

I) El Reino de Dios es la manifestación y la realización plena del designio de salvación de Dios. Es la consumación del propósito divino para restaurar y renovar todas las cosas.

Apoyado bíblicamente: "Pero buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas" (Mateo 6:33).

J) Vivir en el Reino implica rendirse a la soberanía de Dios y seguir a Jesús como Señor. Es un compromiso personal y colectivo de someter nuestra voluntad a la voluntad divina y vivir de acuerdo con los principios del Reino.

Apoyado bíblicamente: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame" (Lucas 9:23).

CONCLUSIÓN:

El Reino de Dios, revelado por Jesús a través de sus palabras, obras y persona, es un llamado a vivir en armonía con la voluntad divina. Este Reino está destinado a todos los seres humanos, ofreciendo esperanza y liberación. Abarca tanto la dimensión física como espiritual, manifestándose en curaciones y perdón. Su esencia radica en el amor, transformando relaciones humanas y estableciendo la comunión entre todos los seres humanos y con Dios. Trabajar por el Reino implica reconocer y promover el dinamismo divino en la historia y luchar contra el mal en todas sus formas. El Reino de Dios es la manifestación plena y la realización del designio de salvación de Dios. A través del estudio y la comprensión de las características y exigencias del Reino, podemos caminar hacia una vida de fe, amor y servicio en sintonía con la voluntad divina.

APOYADO BIBLICAMENTE:

- Lucas 4:18: "El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los cautivos y vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos."
- Lucas 6:20: "Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios."
- Lucas 5:30: "Pero los fariseos y los escribas murmuraban contra sus discípulos, diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con publicanos y pecadores?"
- Lucas 15:1-32: Parábolas de la oveja perdida, la moneda perdida y el hijo pródigo, que expresan la inmensa ternura de Dios hacia los necesitados y pecadores.
- Lucas 5:24: "Pero para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados, -dijo al paralítico- a ti te digo: Levántate, toma tu lecho y vete a tu casa."
- Lucas 18:42-43: "Y Jesús le dijo: Recíbela, tu fe te ha salvado. Y al instante recobró la vista, y le seguía, glorificando a Dios."
- Mateo 12:28: "Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios."
- Mateo 22:34-40: Jesús resume toda la ley en el mandamiento del amor a Dios y al prójimo.
- Juan 15:12: "Este es mi mandamiento: Que os améis los unos a los otros, como yo os he amado."
- Juan 15:13: "Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos."
- Juan 3:16: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna."

PARTE - 2

1. Justicia: En el Reino de Dios, la justicia prevalece y se busca en todas las cosas. "Pero buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas" (Mateo 6:33).

2. Amor: El amor es el fundamento del Reino de Dios y guía todas nuestras acciones. "Amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios" (1 Juan 4:7).

3. Paz: El Reino de Dios trae paz a nuestras vidas y nos reconcilia con Dios y con los demás. "La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da" (Juan 14:27).

4. Salvación: En el Reino de Dios, encontramos la salvación a través de Jesucristo y su sacrificio redentor. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna" (Juan 3:16).

5. Vida abundante: En el Reino de Dios, experimentamos una vida plena y abundante en comunión con Dios. "Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Juan 10:10).

6. Perdón: El Reino de Dios nos ofrece el perdón de nuestros pecados a través del sacrificio de Jesús. "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad" (1 Juan 1:9).

7. Misericordia: En el Reino de Dios, somos llamados a mostrar misericordia hacia los demás, así como Dios nos muestra misericordia a nosotros. "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia" (Mateo 5:7).

8. Reconciliación: En el Reino de Dios, somos reconciliados con Dios y con nuestros semejantes a través de la obra de Jesús. "Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida" (Romanos 5:10).

9. Humildad: En el Reino de Dios, la humildad es valorada y nos permite acercarnos a Dios. "Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes" (Santiago 4:6).

10. Santidad: En el Reino de Dios, somos llamados a vivir en santidad y separados del pecado. "Sed santos, porque yo soy santo" (1 Pedro 1:16).

11. Fe: La fe es fundamental en el Reino de Dios, creyendo en la obra de Jesús y confiando en Dios en todas las circunstancias. "Jesús les dijo: 'Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí'" (Juan 14:6).

12. Esperanza: En el Reino de Dios, tenemos una esperanza segura en la vida eterna y la promesa de su venida. "En mi casa muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis" (Juan 14:2-3).

Conclusión:

El Reino de Dios es un reino de justicia, amor, paz y salvación. En este reino, experimentamos una vida abundante, encontramos perdón y misericordia, somos reconciliados con Dios y nuestros semejantes. La humildad, la santidad, la fe y la esperanza son valores fundamentales en el Reino de Dios. A través de Jesucristo, podemos acceder a todas estas bendiciones y vivir en comunión con nuestro Creador. Que busquemos siempre el Reino de Dios y su justicia, viviendo de acuerdo con estas características y compartiendo la Buena Nueva del Reino con el mundo.