Francisco enojado: “Los sacerdotes jóvenes compran sotanas”
“Es suficiente con ir a las sastrerías eclesiásticas en Roma para ver el escándalo (sic) de sacerdotes jóvenes probándose sotanas y sombreros, o albas y roquetes con encajes”, despotricó Francisco el 25 de octubre ante el ex Sínodo.
Francisco sabe que los sacerdotes jóvenes con sotana son el futuro, mientras que él pertenece a la pasada década 1960-1970. Para Francisco, el “clericalismo” es un “látigo”, una “plaga”, una “forma de mundanidad” que ensucia y daña el rostro de la Iglesia. Nadie sabe lo que él entiende por “clericalismo”.
A continuación, el dictador se proyectó: “Cuando los clérigos van más allá de su ministerio y maltratan al Pueblo de Dios, desfiguran el rostro de la Iglesia con actitudes sexistas y dictatoriales”.
Advirtió enigmáticamente del peligro de que su Iglesia se convirtiera en un “supermercado de la salvación” en el que “los sacerdotes son meros empleados de una multinacional”. Esta es la “gran derrota a la que nos conduce el clericalismo”. ¿Qué tiene que ver el “clericalismo” con los “empleados de una multinacional” o el “supermercado de la salvación”? ¿Qué es un “supermercado de la salvación”?
Incluso el sitio web IlSismografo.Blogspot.com, partidario de Francisco, está harto de su hipocresía y expresa las preguntas difíciles:
- ¿Por qué Francisco permitió que el cardenal Semeraro aceptara una sotana roja de 6.000 euros donada por un grupo de amigos?
- ¿Por qué Francisco nunca ha hablado del escándalo del ex jesuita Marko Rupnik, culpable de cosas mucho más graves e inquietantes?
- ¿Por qué no ha hablado del subsecretario de Estado, Edgar Robinson Peña Parra, quien, poco después de su nombramiento, modificó su oficina y su residencia privada en el Palacio Apostólico con renovaciones muy costosas?
Imagen: Pool Vatican Media, #newsGcadlihopn
Francisco sabe que los sacerdotes jóvenes con sotana son el futuro, mientras que él pertenece a la pasada década 1960-1970. Para Francisco, el “clericalismo” es un “látigo”, una “plaga”, una “forma de mundanidad” que ensucia y daña el rostro de la Iglesia. Nadie sabe lo que él entiende por “clericalismo”.
A continuación, el dictador se proyectó: “Cuando los clérigos van más allá de su ministerio y maltratan al Pueblo de Dios, desfiguran el rostro de la Iglesia con actitudes sexistas y dictatoriales”.
Advirtió enigmáticamente del peligro de que su Iglesia se convirtiera en un “supermercado de la salvación” en el que “los sacerdotes son meros empleados de una multinacional”. Esta es la “gran derrota a la que nos conduce el clericalismo”. ¿Qué tiene que ver el “clericalismo” con los “empleados de una multinacional” o el “supermercado de la salvación”? ¿Qué es un “supermercado de la salvación”?
Incluso el sitio web IlSismografo.Blogspot.com, partidario de Francisco, está harto de su hipocresía y expresa las preguntas difíciles:
- ¿Por qué Francisco permitió que el cardenal Semeraro aceptara una sotana roja de 6.000 euros donada por un grupo de amigos?
- ¿Por qué Francisco nunca ha hablado del escándalo del ex jesuita Marko Rupnik, culpable de cosas mucho más graves e inquietantes?
- ¿Por qué no ha hablado del subsecretario de Estado, Edgar Robinson Peña Parra, quien, poco después de su nombramiento, modificó su oficina y su residencia privada en el Palacio Apostólico con renovaciones muy costosas?
Imagen: Pool Vatican Media, #newsGcadlihopn