¿Rebelión contra Cristo? Quien no cree en el Cuerpo Místico de Cristo, no cree que Cristo es la Cabeza, quien como bestia critica la autoridad del Espíritu Santo en la elección Papal, no cree que Cristo encabece su Cuerpo. Quien con justicia propia quiere soplar sobre las velas de la embarcación de la Iglesia, quiere verla hundida en el abismo... pero no podrán, porque el que tiene fe en Cristo, pone su ignorancia en su sabiduría, y si Cristo calma los vientos, es porque los vientos le pertenecen; y el que grita ¡se hunde la barca de Pedro! es porque no ve a Cristo en ella, pues está en otra barca o en tierra. Temor de Dios es lo que me sobra, por ello no juzgo la elección Papal porque sería juzgar a Cristo y al Espíritu Santo, y me someto a sus designios. La Iglesia nunca será sometida al maligno, como ustedes pretenden hacer ver. ¿Quién pertenece a Quien? raza de víboras!

La maldad nunca encuentra satisfacción en la blasfemia, por eso se retuerce en ella como lo hace la serpiente para seguir mordiendo y escupir veneno, porque esa es su naturaleza insaciable. Que triste ver la cruz de Cristo y el manto de María, manchados por tremendas bestias anticatólicas; pero hasta de la palabra ociosa tendrán que dar cuenta, y no podrán decir que no fueron advertidos de su maldad. Triste de ustedes renegados de Cristo, cual lobos evangélicos protestantes vestidos de corderos católicos para hacer creer que los propios católicos se encuentran divididos. Hablan de lágrimas y misericordia entre blasfemias y maldiciones, hablan de fe y de creencias imaginadas en el abismo del infierno, serpientes rapaces tratando de caminar erguidos en el nombre de Cristo.