Cuando Francisco fue provincial de los jesuitas en Argentina, pidió información a otros, especialmente a los hermanos, para decidir si admitir candidatos al sacerdocio.
Hablando el 4 de diciembre con los jesuitas griegos (Transcripción: LaCiviltaCattolica.com, el 16 de diciembre), él recuerda a un estudiante particularmente bueno, inteligente y agradable, pero los hermanos le dijeron: “Ten cuidado, envíalo a trabajar un poco antes de la ordenación”. Según Francisco, “vieron debajo del agua”.
Siguiendo su esquema habitual en blanco y negro, Francisco dijo que los sacerdotes son “a veces abstractos” mientras que los hermanos son prácticos y entienden bien los conflictos y las dificultades.
Sobre el general de los jesuitas, Pedro Arrupe (1907-1991), quien dirigió la Compañía de Jesús en un estado de decadencia sin precedentes, Francisco dijo que “renovó la espiritualidad de la Compañía y la dejó crecer”.
Algunas frases después, Francisco admitió que cuando entró en el noviciado había 33.000…Más